Una agradable sorpresa

Capítulo 2

Tal como había prometido aquí va la segunda parte espero la disfruten n.n 

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Las horas pasaron y Aomine como nunca decidió realizar las labores que normalmente hacía su chico, entre ellas cocinar cosa que realmente no se le daba para nada bien pero lo intentaría, estaba concentradísimo en ello cuando sintió unas manos rodear su cintura.

— ¿Cómo te encuentras? — Preguntó la pantera mientras seguía con su labor.

—Bien, pero aún deseo seguir durmiendo.

—Tetsu quiero que dejes tu trabajo con mi sueldo nos alcanza para vivir sin problemas eso lo sabes bien... no quiero que te sobre esfuerces — Hablo dejando el cuchillo sobre la mesa y tomando las manos que se encontraban alrededor de su cintura — No sabría qué hacer si algo te sucede.

—No seas tonto Aomine Daiki — Hablo molesto quitando sus manos de forma brusca odiaba que le dijeran aquello.

—Pero Tetsu...

—Sabes muy bien que no puedo estar en casa sin hacer nada, amo mi trabajo y no lo dejare por nada — Explicó observando a su pareja seriamente con el ceño fruncido.

—Está bien no insisto con aquello, pero si veo que algo malo te pasa te prometo que no me importaran tus quejas y aunque te tenga que amarrar a la casa para que no salgas lo haré — Sentenció el moreno tomando las mejillas del menor el cual solo lo miro sin decir una palabra — Solo quiero que comprendas que jamás dejaré que algo te pase.

—Y yo solo quiero que comprendas que soy una persona capaz no me mires como alguien débil — La determinación que había en sus palabras no se podía dudar.

—No lo he hecho es solo que...

—Daiki-kun debes confiar más en mí, observa lo fuerte que soy — Dijo mostrando su delgado brazo a lo cual el moreno solo sonrió retirando sus manos de las níveas mejillas solo para ahora rodear el cuerpo de su esposo en un abrazo cariñoso.

—Te amo Tetsu — Confesó besando su mejilla.

—Yo también lo hago Daiki-kun— Correspondió aquel abrazo ocultando el rostro en su pecho.

Fue un pequeño momento romántico en el cual la pantera se dedicó a acariciar la espalda de forma suave al igual que sus sedosos cabellos, el peli celeste quien recibía cada una de las caricias con gusto estaba realmente feliz de haber encontrado a ese ser maravilloso que tenía por esposo, pero todo lo bueno tiene su fin, el ruido del timbre se escuchó sacándolos de su mundo.

—No te preocupes yo iré, tú termina la cena pero no quemes nada — Beso la morena mejilla y salió del lugar con una sonrisa marcada en su rostro.

El peli celeste camino hasta la puerta y al abrirla un pequeño pelirrojo se tiró sobre él abrazándolo de la pierna de forma cariñosa mientras sus padres lo miraban entretenido.

—Tío Tetsu ¿Cómo estás? — Preguntó el infante separándose un poco del mayor mirándolo con ojitos de cachorro.

—Mejor solo estaba cansado gracias por preguntar mi pequeño — Sonrió tomando su manita.

— ¡Qué bien! Podemos jugar toda la noche — Gritó contento el niño dando saltitos de alegría.

—Un momento pequeño sabes que no puedes acostarte tarde — Fue Taiga quien lo regaño, ya que no le gustaba que su hijo pasará sus horas de sueño.