Un comienzo malo.

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- ¡ya no vamos! - escuché una voz muy lejana mientras voy corriendo por la jungla con mi pantalón roto, mi blusa sucia con dos hoyos en el hombro y uno en el pecho. Voy corriendo con Alaska mientras debo llegar a la playa para alcanzar el helicóptero que nos llevará a casa. Estoy intentando sobrevivir de todo el peligro que he encontrado acá. - ¡ya levantate! - en ese momento me detengo y veo que no estoy en el suelo. - vamos a llegar tarde por tu culpa. - veo a Alaska y creo que ella es la que está hablando.

-¿qué? - apenas puedo hablar.

-que ya te levantes porque eres la que más se tarda.

Oh Dios mío. Mi perrita está hablando.

Abro los ojos totalmente sorprendida y camino hacia atrás sin dejar de verla y asustada. No me pongo a pensar que puedo encontrarme o que puede terminar ya que me he quedado sin suelo y comienzo a caer en un precipicio y sólo logró ver a Alaska que continúa hablando desde arriba.

En ese momento siento una golpe en mi frente y abro los ojos. Mi papá está viéndome con el ceño fruncido como intentando descifrar que hizo mal para tener una hija así.

- no sé a quien le sacaste para dormir tanto. Pero a mi no. Ve a bañarte y alistarte, debemos irnos en una hora.

-hija - dice mi abuelita paterna, entrando al cuarto. Me siento en la cama y veo a mi primo Ángel, de ocho años, durmiendo a lado de mí. - ¿vas a llevar tu vestido negro? ¡Ángel levantate, aragan! - mí abuelita se quita el zapato y lo azota en la puerta de madera haciendo que mi primo se despierte automáticamente. - es que hija, creo que te verás bonita con ese vestido y tus zapatillas.

- uhm... no sé. Es que no sé usar zapatillas.

-madre, está niña debió salir medio hombre. - contestó mi papá.

- pruebalas y veremos como te queda.

Ay Dios. No.

- prima - entra Blanqui al cuarto.

- ay Dios, no dejan dormir - gruñe Ángel y yo sonrió.

-tú vete a bañar. Ahora, ya, ya, ya. - ángel y mi abuelita salen del cuarto y mi prima me pide que la acompañe con su vecina, que le hará un peinado. Así que me meto a bañar. Me pongo un short y una playera para ir con ella.

A Blanca le hacen un peinado, bueno, un chongo y no sé que cosas más y la maquillan. Mientras yo estoy sentada observando el cuello de la muchacha. Es morena y tiene maquillaje claro por lo tanto su cara se ve gris. Ella tiene la edad de mi prima y habla de cómo le va con su bebé. Alzó las cejas cuando lo menciona. Dios, un bebé a esa edad.

En cuanto siento un jalón en mi cabello volteó a ver hacia arriba. Ahora la muchacha está haciéndome algo en el cabello.

-oh no, no, no. No es necesario. - intento retirar sus manos de mi cabello pero ella me jala.

-es sólo un peinado sencillo. Tranquila.

Estoy todo menos tranquila, mujer.

**************************

Me veo al espejo, tengo un pantalón negro pegado, una blusa rosa pero de un tona muy bajito, una saco celeste y unos zapatos del tono de mi blusa y con la suela doble. Mi cabello tiene muchas trenzas pequeñas y está dividido en dos partes. Subo mi mano tocando mi cabeza y me duele. Dios, yo no puedo peinarme porque me da dolor de cabeza y con esta cosa voy a morir. Me hago un maquillaje leve pero sin delinear mis ojos, no me gusta. Tomó una bolsa negra y camino al auto. Mi prima va llorando en el camino porque la "madrina" su acompañante, está desaparecido con su novio. Si, mi tia. Digamos que está desaparecida voluntariamente.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2018 ⏰

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