24 Horas: Primera Parte

Hnos. Indokuro: Cap. 1

Zooville- "Residencia Indokuro" - 8:30 a.m

Narración de Zacharías

Las mañanas en zooville son demasiado predecibles, el despertador se repite exactamente 3 veces antes que lo pueda apagar, se que el desayuno estará listo pronto, y antes de poder separarme de mi cama, mi bañera está preparada con unas cuantas velas aeromatizantes.
Relaje un poco los músculos mientras me posaba en frente del balcón, y asi poder percibir un poco de aire fresco. Apoyé mis codos en la barandilla, juntando mis manos, y jugando con mis pulgares.

- 3...2...1...- después de contar en voz baja con una sonrisa de lado, la puerta de mi habitación se abrió lentamente -

- buen día Zacharías, la bañera te espera hace 5 minutos...- Al oirle una de mis orejas se sacudió, no pude evitar sonreir para mí. - Zacharías ¿ Me oyes verdad ?. Necesito que no demores, por favor. - Antes que se retirara, lo alcance para luego abrazarlo por la cintura. No era una mujer, pero su silueta era mucho más atractiva. Pude sentir un aroma desprediendo de él, era seductor y provocativo. - Jimmie~...-  fue lo único que pude susurrarle antes de volverme completamente atraído por su aroma y morderle levemente una de sus pequeñas orejas. - Ah~...- ese pequeño y hermoso ruído que salió de sus labios me hizo darle vuelta para quedar cara a cara. Sus hermosos ojos amarillos verdosos, sus mejillas levemente sonrojadas, me provocaban a tal grado de querer tenerlo a mis pies cumpliendo con todos mis antojos. Mis labios se acercaron para rozarlos con los de él, mientras le mordía de manera suave y por momentos su labio inferior, él soltaba ciertos jadeos haciéndome sentir su aliento caliente.
- e-espera un poco...- James me apartó por un momento con una de sus manos ubicada en mi hombro izquierdo, mientras se cubría sus labios.
- James..- le dije con una voz suave, quería convencerle para que se quedara. No fue suficiente. - Tu baño te espera, el desayuno estará listo en unos minutos, recuerda que hoy tienes una junta y no demores - se quedó mirandome como si quisiera decirme algo más, pero sólo suspiró, pidió permiso y salió de mi habitación.
Un silencio se hizo presente, pasé una de mis manos por mi cabello. Mis orejas y cola empezaron a ocultarse, realmente me había emocionado. Pude lograr que James dejara ver tan sólo sus orejas, sabía que era cuestión de tiempo para que acepte su situación conmigo.

Terminé lo que James quería, luego bajé a la primera planta para desayunar con él. Me mantuve serio y algo callado. La mesa se veía bien, pan tostado, huevos,tocino, jugo, café, fruta. ¿ Quién cree que soy ? ¿ La reina de Inglaterra ?. Me senté en una de las sillas y así quedar frente a James, quien estaba leyendo el periódico con un gesto algo incómodo. - ¿ Qué es lo que dice ? - pasé la servilleta sobre mis labios, en lo que James me daba el periódico. Pude observar la primera plana.

" Zacharías Indokuro: el canino más afortunado "
La empresa wolves brothers company vive sus mejores momentos, tienen los mas exitosos contratos extranjeros en los últimos años. Esta prestigiosa empresa no tendría éxito si no fuera por la mente brillante que la dirige: Zacharías Indokuro.
Zoville tiene el honor de contar con esta maravilla.

Antes de dejar el periódico en la mesa, observe a James algo molesto. - ¿ Quieres que llame a los dueños para que cancelen este periódico ? - traté de hacerlo sonreír, otro intento fallido. - Zacharías, sé que eres el mayor de los dos... - dijo James algo frustrado, paró un segundo y me miró - ...pero ¿ no crees que merezco un poco de reconocimiento ? - Me quedé en silencio. Me levanté de la mesa y me acerqué a él. Removí un poco de su cabello dejando al descubierto su frente, bajé un poco mi cabeza y le regalé un beso en dicha zona. Sentí que se estremeció un poco, le miré a los ojos esta vez. - No necesitas más reconocimiento que el mío...-  le sonreí para luego separarme de él. - Vamos, nos esperan allá - salí del comedor, abrí la puerta principal esperando que James pasara primero, él  se veía un poco desanimado pero se dirigió hacia mí. Me miró por unos segundos y se acercó un poco, parece que me iba a decir algo, pero su celular comenzó a vibrar. Salió del departamento contestando la llamada. Sólo cerré la puerta y me dirigí al auto.