Infiltración

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Damian se removió incómodo mirando el techo, hacía unos meses que Jason y el menor habían accedido a volver a la liga.

La misión era muy sencilla, los dos chicos debían fingir volver a la liga y luego traer a sus dos hermanos, convencer a todos de que habían traicionado al murciélago, infiltrarse y esperar la señal.

Ahí estaba el maldito problema; Damian perdía la paciencia, todos lo hacían y la señal no se acercaba, el chico miró a su alrededor, Jason se tomaba una siesta, Tim se paseaba desesperado por la habitación y Dick trataba de llevar un ritmo con sus tamborileos en manos y pies.

-¿Qué pasa, demonio?-Preguntó un adormilado Jay que sintió al chico removerse en la cama.

Damian iba a responder, pero Jason volvió a dormirse, dejándolo con la palabra en la boca. ¡Si no encontraba con que entretenerse, perdería la cabeza y arruinaría el plan!

En ese momento el menor notó algo que lo sacaría de su aletargamiento, entre las piernas de Jay había un problema biológico incontrolable.

Jay sintió a Damian acercarse y luego, un toque justo en su zona "cálida" así que abrió los ojos de inmediato.

El demonio siseó y le señaló a Dick que permanecía de espaldas, y a Tim que al estar de pie no podía ver lo que se ocultaba detrás de las cortinas rojas...

Jay sonrió, dispuesto a seguir el sensual jueguillo al que el chico le invitaba...

Damián se acomodó más cerca de Jay y continuó con su toqueteo, apretando un poco el bulto y sintiendo como el mayor evitaba jadear.

Jay deslizó una mano por pecho del menor y la metió bajo ese uniforme de la liga, acarició los pezones y pellizcó uno, los estrujó entre sus dedos deleitándose con los gestos del menor y como se mordía los labios evitando que algún sonido dejara su boca.

Las manos traviesas continuaron con sus expediciones y las sensaciones los cubrían y hacían q perdieran el sentido.

No se habían dado cuenta de que unos ojos azules se fijaban en sus movimientos y gestos.

Jason quería acercarse un poco más y morder los pezones del chico, tal vez marcarlos un poco.

Damian se acercó un poco mientras se mordía el labio, pero notó aquellos ojos que lo miraban casi desorbitados y le dedicó una sonrisilla al chico.

Tim sintió un escalofrío, trató de apartar la vista, pero se sintió atraído de nuevo, tal vez era morbo, o deseo...

Jason miró a Tim también, y le guiñó el ojo antes de relamerse, con la expresión de un depredador que acecha a su presa...

Tim se sintió de gelatina bajo esa mirada y tragó en seco, como si estuviese hipnotizado se acercó lento y silencioso a los almohadones donde se encontraban sus hermanos, gateó hasta quedar cerca de la cadera de ambos, justo en medio teniendo la mejor vista de cómo el menor masajeaba el paquete del mayor; una de sus manos temblorosas se acercaron a tocar el miembro de Jay rozándola con la mano de Damián, y su otra mano recorrió por la cadera del menor adentrándole y tocando el abdomen, llegando a rozar con sus dedos los del mayor y jugar con el pezón del más joven.

Jay movió sus caderas buscando tener más fricción con esas manos que jugueteaban, dirigió su mano libre a su pantalón desabrochando la hebilla y bajando el cierre, dando un permiso silencioso de que se adentraran bajo la ropa.

Tim fue el primer en meter su mano en el pantalón, sacando la erección en proceso del mayor.

Damian notó como Tim avanzaba rápido, pero no pudo evitar un escalofrío al recibir atención en sus pezones.

Jason echó la cabeza atrás, extendiendo su mano lentamente a la mejilla de Timmie y rozándola con suavidad.

Al notar ese gesto cariñoso y la manera en la que Tim se apegaba más a la cálida mano del chico, quiso llamar la atención de vuelta. Así que de la nada se agachó para llevar su boca y lamer la punta del miembro expuesto.

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