El gato Pirracas
estaba helado,
el gato Pirracas
vivía en el tejado.
La gata Timotea
con las patas se asea,
la gata Timotea
vivía en la azotea.
«Bájate conmigo,gato;
salta,gato,
no seas pato,
tengo comida de lata»,
le dijo la gata.
La gata y el gato
tuvieron amistad,
y tuvieron gatitos.
¡No faltaba más!
Siete gatitos
tuvo Timotea,
al calor de las siete
chimeneas.
Y Pirracas fue el gato más feliz
de los castizos
tejados de Madrid.
Gloria Fuertes
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Poesías de mi vida
PoesíaEn este libro quiero recopilar algunas poesías que quizá no conozcáis que a mi me gustan mucho y que creo que me identifican en algunos sentidos
