Los sobrevivientes. ∆ PRÓXIMAMENTE ∆

Ella

Era un día tranquilo, el cielo estaba azul y el sol brillaba esplendoroso cuando una pequeña niña, de 11 para ser exactos, harta de ver como los suyos era aniquilados cruelmente, se reveló contra el sistema.

Era un día tranquilo, el cielo estaba azul y el sol brillaba esplendoroso cuando comenzó la revolución.

Soltó sus herramientas de trabajo, se sacó uno de sus zapatos y se lo lanzó al idiota que le apuntaba a la cabeza a un pequeño niño, aun más que ella, y le gritó que lo dejara en paz; cuando ese idiota se acercó a ella, la jaló sin cuidado alguno del cabello y la arrastró del brazo lejos de la formación para matarla, ella tenia miedo, mucho miedo, y cerró los ojos.

—Que tierna, estas temblando—  pero cuando escuchó la voz de ese hombre seguido de una risa arrogante, algo en ella cambió.

Ella dejó de sentir miedo, abrió los ojos y se llenó de coraje. Respiró y antes de que ese idiota la matara, usó todo lo que aprendió y con un movimiento le arrebató la pistola y le metió una bala entre las cejas, sin dudar. El arma parecía de fuego porque cuando vio lo que había hecho la soltó de golpe y estaba aterrada después de ver al hombre muerto frente a ella, pero en cuanto vio a otro de ellos acercarse entendió que no podía detenerse a arrepentirse.

Después de eso ella sabía que estaba metida en problemas, pero ya había llegado hasta aquí para rendirse, ella sabía que debía de irse antes de que notaran lo que acababa de hacer, así que corrió, y corrió hasta el otro extremo donde ella sabía había una forma de pasar por debajo de esa estúpida cerca eléctrica donde los tenían presos. Por suerte los costales seguían ahí donde su hermana los dejó antes de escapar, le dijo que fuera con ella, pero la pequeña tenia miedo, su madre seguía ahí, aunque bueno, ahora su madre ya no estaba ahí, ella se fue en el camión del día anterior a no se donde. Ella salió y corrió lo que sus pequeñas piernesitas le permitieron por ese camino de tierra, cuando se cansó caminó, caminó todo el día por el camino que había recorrido tantas veces hasta que divisó en la distancia una gran mansión  y en ese momento se dejó caer aliviada y se levantó de un solo salto llena de felicidad. Sabía que ella estaría a salvo ahí adentro y que todo iba a cambiar para ella. Ella lo haría cambiar.