A ella le gustaba que le dijeran "Alo" en lugar de su nombre completo, ya que le decían que era como un pájaro Alondra, sólo era libre sin que por su nombre completo ya que le decían que era como el pájaro "Alondra", sólo era libre sin que le importara lo que decían de ella, sus ojos eran azules, cabello castaño oscuro y de tez pálida. Parecía que era muy feliz, aunque sólo era una mascara, sentía dolor; era una chica con un padre alcohólico, una madre sumisa que soportaba los abusos de aquel hombre mujeriego, su hermano Ashton de 18 años, callado y reservado, de ojos color verde, cabello igual que el de su hermana, su otro hermano Axl de 17 años, inmaduro y egoísta, ojos oliva, cabello rojizo. En fin, aunque Alo siempre se sentía de lo peor, sus hermanos siempre la quisieron.
Un día ella escuchó a sus padres discutiendo, se fijó desde la puerta de su cuarto y miró a su padre golpeando a su sumisa madre. Ella sintió una rabia intensa que no podía controlar, caminó con firmes pasos hacia donde estaban sus padres, dijo con voz hostil:
-Déjala maldito animal...
El hombre no hizo caso a su comentario, sólamente se ganó una golpiza que le dejó el ojo morado, aunque ella no sentía dolor, sentía mas dolor por su madre. Sus hermanos hicieron lo que pudieron para sanarle el ojo.
-Pronto te sentirás mejor...- Dijo Ashton sonriendo.
-Nada estará bien, Ash. Acéptalo, nuestro padre es un imbécil- Contestó Axl cruzando los brazos serio como era de costumbre.
-Ya lo se Axl... sólo hay que ser pacientes, el sábado será la fiesta de la compañía donde trabaja papa...- Los dos hermanos se fueron y dejaron sola su hermana, sólo se quedó mirando a la nada pensando en toda su vida. "¿Cómo aguanto a este hombre?", era una pregunta que merodeaba por su cabeza. Se acostó en su cama mientras que en sus brazos habia un peluche de un pimiento vestido de sargento, Ashton se lo habia regalado en su cumpleaños, esos recuerdos pasaban por su mente, finalmente se quedó profundamente dormida.
En su sueño, ella vio a una mujer alta y delgada, piel blanca como la suya, cabello negro y un elegante traje, de su espalda salían tentáculos. Comenzó a asustarse, se despertó agitada, sudaba y tenía miedo. No durmió en casi toda la noche, temía que esa mujer le hiciera algún daño.
Al día siguiente se levantó sin ganas de nada pero, aun así, se tuvo que vestir para la fiesta de su padre. Se puso un especie de chaleco azul con peluche en el, una falda larga color negro, unas calcetas a rayas blancas con azul y un sombrero guinda elegante. Caminó a la sala de estar con sus hermanos, su padre salió de su cuarto con un maletín en su mano.
-¿Qué es eso?- Preguntó la chica con un poco de curiosidad.
-Le llevaré una katana a mi jefe, él es un fan de ese tipo de cosas.
Ella miró por la ventana, se percató de que la misma mujer de su sueño estaba allí parada, se lleno de miedo. Al parpadear, ésta desapareció como si fuera un truco de magia. Alo estaba confundida.
La familia se fue a aquella reunión. En el transcurso del camino, Alo miraba los arboles de un bosque cercano y, entre ellos, estaba aquella mujer. Fingió no estarla observado, pero de repente todo se volvió negro, lo último que vio fue el coche en el que iba ella y su familia estrelladose.
Después de unas horas despertó, se miró de arriba a abajo, su ropa esta manchada de sangre y mugre. Se miró en uno de los espejos del destruido coche y se percató de que ella ya no tenía sus ojos, sintió una gran melancolía, ¿dónde estaban sus hermanos? Miró el maletín a unos centímetros de su pie, lo tomó y sacó la katana que su difunto padre le daría a su jefe. Se levantó y comenzó a caminar, se sentía rara. Aún así podía ver, lo cual le tranquilizó, miró todo a su alrededor, sabía que nada estaría bien, sabía que todo era un engaño y esas palabras mágicas que su hermano le dijo no existían.
-Me mentiste hermano...- Susurró.
De pronto escuchó una rama rompiéndose, volteó con miedo, temía por su vida. Se quedó paralizada, no sabía qué hacer, quería llorar, pero no podía, gritar, le faltaba el aire, correr no podía. De repente, se percató de que la mujer de sus sueños estaba a detrás suyo, de su espalda salían tentáculos. Alo sólo se quedó ahí para hasta que decidió romper el silencio:
-¿Quién es usted?
-No recuerdo mi nombre... pero me llaman "Slenderwoman" y tú ahora me ayudarás a proteger mi bosque- Dijo con una expresión cortante.
"¿Proteger?", pensó la chica. Suspiró lentamente, no podía hacer nada, no sabía qué hacer, sus hermanos estaban desaparecidos.
-Está bien...- Dijo.
-Verás que seremos las mejores amigas.
Alo por primera vez sonreía, ella y su nueva jefa caminaron a lo mas oscuro del bosque mientras que sus hermanos, bueno... esa es otra historia...
HISTORIA ALTERNATIVA
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Creepypastas
RandomEmpezaras leyendo desde los mas inocentes hasta con los que no te dejaran dormir.