Solo miradas

Parte 1 empezando de nuevo.

 Con apenas 16 años y ya quiero una vida nueva, sin problemas ni preocupaciones siendo feliz no tener que enamorarme ni que se enamoren de mí falsamente, no quiero que me hieran o yo tener que herir no quiero amigos que me traicionen, o un papá falso no mas ya no.

Estoy con mamá en un autobús cualquiera, con dirección lejos de casa y cerca de una nueva vida, escuchando un poco de música fingiendo estar dormida para que mamá no me pregunte cualquier cosa, pensando que no solo deje amigos falsos sino también a verdaderos, deje recuerdos de mierda pero también momentos bellos y únicos mi primera verdadera amiga mi primer beso mi mejor amigo y a papá después de que sea lo que sea es mi papá y lo quiero mucho con él y mamá todo era perfecto aunque eran más la discusiones que los momentos en familia.

Ya un par de horas sin siquiera saber dónde será mi destino mamá acaricia mi pelo y me susurra siempre estaré para ti Melodi, lo que hace que una pequeña lagrima se escurra de mis ojos a mi mejilla, mamá y papá lo decían cada vez que yo tenía algún problema o cualquier otra cosa que me pasara decían que siempre estarían ahí para mí, quisiera que ambos estuvieran pero si mamá esta mejor así, yo igual. Ahora en lo único en que me preocupare es en hacer a mamá orgullosa ya tuvo suficiente con mis ocurrencias, seré feliz con un poco de música y mamá, tal vez sea perfecto. Suena un ruido, es la bocina del autobús

-Llegamos- me lo dice mamá en voz baja y dulce

-ok- lo digo intentando animarme o fingiendo ánimos

Mamá le paga al chofer y bajamos con una sonrisa de oreja a oreja saca su teléfono y le marca a su vieja amiga

-Ya estamos aquí- mamá le dice a su amiga

Su amiga es Ruth una vieja compañera de clases, creo que su mejor amiga, ella es de este lugar, es un pueblo pequeño ubicado en el sur de california

Mamá pone el teléfono en alta voz

-esperen un poco voy para allá, es que tuve un pequeño retraso y hay un poco de tráfico- dice Ruth un poco atareada

-bueno hay que esperar vamos a algún parque o librería que este cerca ¿quieres hija?

-bueno vamos.

Caminando tomada del brazo de mamá platicando que será lo mejor de aquí, y yo menciono helado, para evitar cualquier otra pregunta

-ohm, vamos a ver qué tal saben los helados californianos- me dice un poco extrañada pero feliz

Al llegar a la heladería más cercana nos atendido un joven como de unos 20 años muy amable

-hola, son nuevas por aquí ¿cierto?

-si lo somos- contesta mamá muy feliz

-bueno han venido a la mejor heladería y bienvenidas ¿Qué desean llevar?

-bueno...

-yo uno de chocolate- interrumpo a mamá

-que bella e imperativa hija tiene señora...

-jazmín-contesta mamá feliz

-¡Alex!-grita el joven llamando a alguien

-sí-se escucha una voz de fondo, alguien viene

-puedes traer los conos, es que se acabaron

-ok- la persona se regresa y no alcance a ver quién era

Mamá volvió a marcar a Ruth avisando donde estábamos yo me senté en una banca afuera de la heladería, solo miraba alrededor, luego mamá me hablo preguntando si tenía cambio y volví a entrar estaba sacando el dinero de mi bolsa y tome mi helado, y mire a la persona, no podía creerlo también me miraba, mientras subía unas bolsa arriba de un pequeño mueble, deje de mirarlo pero tenía la sensación de su mirada tenía que volver a mirarlo, al voltear sus ojos volvieron a toparse con los míos en ese momento entendí la frase que dice que la mirada dice más de mil palabras pero no entendí el que quería decirme, sus ojos eran negros y muy grandes más o menos él era de mi edad un poco más alto que yo, era perfecto, me di cuenta que yo lo estaba mirando mucho reaccione y el solo sonrió, suspiro y agacho la mirada yo solo agarre del brazo a mamá muy fuerte.

-él es Alex mi hermano-dice el joven mirándome a mi

-o... ok- le contesto tartamudeando

Al decir eso Alex golpea el estómago de su hermano

-que...-le dice su hermano

-bueno nos vemos- mamá se despide

-¡y!... y se quedaran aquí-no podía creerlo fue una pregunta muy.... No sé, Alex pregunto eso porque lo haría

-bueno, si- mamá le contesta arqueando las cejas y esta vez es su hermano quien le golpea el estómago pero con una sonrisa muy peculiar, Alex solo pone sus ojos en blanco

-bueno hasta entonces, por cierto soy Richard.

-mucho gusto Richard, hasta luego Alex- mamá vuelve a despedirse

Al salir me sentía muy feliz pero al igual una presión en el pecho se controló, Ruth llego, parecía estar feliz de ver a su vieja amiga.

En el auto con Ruth y mamá yo cantando en voz baja (jamas hago eso siempre solo canto en mi mente es extraño)

-Melodi que ases ¿estas cantando?

-pss ahm creo que si

-bueno llegamos -dice Ruth

La casa era muy ...