- Hermano.- Mitsuki miró con seriedad al mayor y al mismo tiempo dedicándole una pequeña sonrisa.- Tú me odias ¿verdad?
- Claro que no.
- Entonces ¿Porqué intentas asesinarme?.- ladeo la cabeza, confundido.- No entiendo.
- No deberías...no deberíamos existir.- Suspiró, tomando con mas fuerza el kunai.- Lo sabes. Él solo nos mira como armas, simples recipientes que...
- Padre nos ama.- interrumpió. Levanto sus manos hacia el contrario.- Así que no llores, hermano.
Mitsuki sonrió y con cuidado rodeó con sus manos el cuello del mayor, abrazandolo.- Te amo.- acarició la espalda de log cuando escucho pequeños sollozos.
- Lo siento.
No se por que escribí esto.
Cambie la portada ¿que les padece?