amor descontrolado• kookmin

01. La primera vez.

Una mañana soleada en la ciudad de Seúl, en medio del tráfico.

—Hey ¿que juegas?- le dice al chico que va en la parte detrás en el teléfono. Este sin alzar la mirada contesta.

— Paipai, escuche que es la aplicación mas famosa del país.. puede producir dinero. La descargare más tarde.

🌸

El teléfono que esta justo a lado empieza a sonar; JiMin sin muchas ganas y aún con los ojos cerrados lo toma.

— ¿Hola?

— Gerente Park, arréglate un poco y ven a la oficina a las 8, por favor.

— ¿Por qué? ¿Qué pasó? — dice aún sin ganas.

—El señor Jeon regresa hoy de Gran Bretaña — Al oir eso, JiMin abrió los ojos al instante, sintió una gran corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo y se levanto quedando sentado en la cama — Dijo que vendrá a la oficina tan pronto haya aterrizado.

—¿Qué no debería regresar hasta el próximo lunes? — preguntó

— Ese probablemente fue un anuncio falso que hizo deliberadamente para atraparnos por sorpresa, como sea, sólo apresurate, por favor preparemonos antes de que se presente el jefe.

— Bueno esta bien, nos vemos.
El rubio se me levantó rapidamente, se dirigió al baño para lava su cara y dientes, después de eso fue al armario a buscar que ponerse, pero no hay mucho que escoger ya que solo son trajes de tonos oscuros, toma cualquiera junto con una camisa, rápidamente se viste, arregla su cabello, y pone un poco de perfume. Después de verse varios segundos en el espejo queda satisfecho sobre como luce, toma el maletín que esta sobre la cama y baja las escaleras. Al bajar se acerca a la mesa de centro para tomar sus llaves pero alguien lo empujan fuertemente, dejándolo boca abajo en la mesa.

— ¡Sorpresa!

— ¿Señor Jeon? - preguntó JiMin con una mueca de dolor y confusión.

-—¿Quién más podría ser? — se acerca al oído del contrario y susurra — sigues siendo el mismo.

~

[Si hubiera visto lo que tendríamos que pasar.. te seguíria escogiendo]

— Soo, recuerda portarte bien y hacer caso a tus padres, se una buena niña, ¿lo entiendes?

— Lo haré — dice aquella pequeña niña que acababa de ser adoptada y ahora iba a su nuevo a su nuevo hogar junto con sus nuevos padres.

— Puedes irte — y sin más que decir se fueron.

En la iglesia del orfanato se escuchan varios sollozos a lo lejos, una monja pudo oírlos, entró y se percata que es el pequeño castaño, se acercó y se sentó detrás de él.

— Jimin ¿qué anda mal?... No quieres que Soo se vaya ¿cierto?

El pequeño solo asienta con lágrimas deslizando por sus pequeñas y rosadas mejillas.