I

80 16 9
                                    



Te voy a contar una historia reciente, pon atención y quédate hasta el final. Hoy, 28 de marzo del año 2018, a las 8:50 p.m, mi mamá me preguntó durante la cena que quería hacer en semana santa, y me tiré a llorar. ¿Por qué?, se estarán preguntando, pues la respuesta es más simple de lo que parece. No sé que hacer en unas horas, no sé que quiero hacer mañana, ni la próxima semana, ni el año que viene, no sé qué estudiar, no sé de que voy a mantenerme, y está la típica frase de siempre, la que la gente dice cuando exteriorizas tus dudas existenciales y no quieren cargar con el peso de la culpa que les provocaría tu infelicidad.

"Haz lo que más te guste hacer, así serás feliz"

Pero, ¿y qué si no haya nada que quiera hacer? ¿Y qué si lo que creía que era para mí ahora me aborrece? ¿Y qué si no estoy segura de poder vivir un año más? ¿Y qué si me siento la peor persona del planeta porque no hay nada que tenga que hacer? ¿Y qué si me da vergüenza el que todos mis amigos ya sepan que hacer y yo no? Pero la cosa no queda ahí. Empeora mil veces si estoy sola, esperen, me corrijo, empeora si me siento sola. Porque puedo tener familia "apoyándome", puedo tener compañeros que me halagan y me acompañan, pero, nadie de mi familia me conoce realmente, y mi hermano no ayuda, no tengo ningún amigo en el cual pueda confiar plena y totalmente como para darle a conocer mis problemas.

Todo empeora si estás sola. No me siento suficiente, no me siento capaz, no me siento atractiva, no me siento buena persona, no me siento yo. Con el paso del tiempo, perdí mi identidad, perdí la razón por la que soy yo. No reconozco a la persona que se levanta todos los días para seguir con su vida monocromática.

Recuerdo perfectamente que hace 10 años yo veía todo de color, azul, rojo, verde, morado, celeste, turquesa, burgundí, ónix, todo tenía color, sombras, reflejos, luz. Todo tenía ese brillo de luz que gritaba inocencia por todo su ser y esplendor; en cambio, el día de hoy, me levante en un cuarto gris, con un cielo gris, donde las personas se ven en escala monocromática de grises, tengo miedo de despertar cada día, tengo miedo de seguir respirando, tengo un vacío que aún no descubro como llenar, y me está matando lentamente el no tener una respuesta complaciente. Quiero que sepas que inicialmente, lo estaba escribiendo como un desahogo, pero terminó siendo una clase filosófica, no?

"Si yo (verbo) como tú, yo sería feliz"

Entonces, ¿por qué yo no soy feliz? Claro, olvidaba lo más importante, porque tengo que cumplir con las expectativas de todos a mi alrededor, tengo que cumplir con las expectativas de mi familia, tengo que cumplir las expectativas de mis amigos, tengo que ser la persona perfecta frente a los demás para así, en la noche, poder llegar y encerrarme en mi cuarto a oscuras mientras lloro hasta que no hay más lágrimas por derramar.

Entonces, querida persona que lees esto (si es que alguien llega a leer esto), te pregunto con la total curiosidad que mi mente estropeada puede tener:

Tú... ¿eres feliz?

No me refiero a felicidad a base de placebos, no me refiero a felicidad momentánea, no me refiero a la felicidad que sientes uno o dos días y después se larga, no, claro que no lector. Implico una felicidad permanente, en la que estés contento con tus decisiones, en la que no llores sino más que sólo de felicidad, en la que estés agradecido de tus amigos, en la que te sientas cómodo contigo mismo, en la que seas quién eres y no te importe nada lo que los demás digan de ti, en la que persigas un sueño y lo cumplas, en la que resuelvas los problemas con diálogos, y si hay discusiones, arregles tus problemas con la otra persona en ese mismo instante. Ahora en base a tu respuesta anterior, vuelvo a formular mi pregunta, ¿eres feliz?

Si tu respuesta fue no, quiero que sepas que lo siguiente va para ti.

Espero que encuentres un sueño, la felicidad, el amor. Espero fielmente que no te des por vencido; que mantengas la cabeza en alto por todos aquellos que no podemos dejar de admirar nuestros pies en la desgracia de no poder tomarnos el tiempo y valor de mirar a la hermosura de cielo que se posa sobre nuestras cabezas todos los días; que tengas a esa persona que te ama sin prejuicios, la que te ama con cada desperfecto que tengas, la que admire con la atención que mereces a tu sonrisa esté junto a ti ahora, y si no lo está, que la encuentres a su debido tiempo; que tengas a un amigo sincero, honesto, leal, y que no te olvide con el paso del tiempo; que cuando mires a tu alrededor, veas lo importante de las cosas pequeñas, de las cosas que los demás pasan por desapercibidas; que en honor a todas esas personas que ahora mismo lloran por un corazón roto, por un familiar perdido, por una amistad rota, por estrés, ansiedad, temor, odio, impotencia, y todo dolor posible, tú, querida persona, sonrías.

Porque las sonrisas son lo que nos hacen seguir adelante, el que sonrías o te rías llena a las personas a tu alrededor en un estado de serenidad, como si tú fueras ese placebo que todos necesitamos en algún momento.

Recuerda, querida amiga, Recuerda, querido amigo, que no todos son completamente felices. Si nunca bajamos, ¿cómo subimos? Sin la tristeza, no sabríamos que es la felicidad, sin el estrés o ansiedad, no sabríamos lo que es el alivio o el descanso.

Así que, de ahora en adelante, cuando te despiertes, hazme un favor, y proponte ser feliz, sonríe, ríe. Por mí, por ti.

Lamento profundamente mi falta de profesionalismo, no tengo una portada, no hay un fin específico al subir esto, ni siquiera sé si estoy cómoda con ello, pero da igual, represento 1000 palabras en dolor.

Atentamente, su servidora, Ana L.

¿Eres feliz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora