S T Í N

S U N

Me desperte a mitad de aquel bosque, aquel tumuyo de ramas que apenas conocia, siempre lo veia a El o podria ser Ella, no lose muy bien, hay demasiada niebla que apenas y puedo observar la coyuntura de mis manos, me levanto y me acerco hacia aquella sombra desconocida, justo antes de tocarlo desaparece y yo despierto, el mismo sueño cada noche desde hace 5 años, ¿Quien sera la persona misteriosa? ¿Donde quedara aquel bosque que apenas conozco?, son preguntas constantes que me hago cada día, aunque nunca tome importancia de esos sueños

cada que la sombra desaparecia, yo estaba junto a un lago, en el se reflejaba mi cara perfectamente y podia notar que uno de mis ojos era de otro color, un hermoso color ¿violeta? Casi magico, pero al despertar sentia una gran molestia en ese ojo, dolia, bastante, pero nunca me queje y jamas le di esa importancia...

Era sabado por la mañana, desperte algo cansada, me dispuse a vestirme y enseguida segui arreglando mis cosas, las mismas que llevaban una semana en desorden, Sabia que hoy era el día que me iba a mudar a Pointale, no tenia demasiadas ganas de acomodar todo, asi que solo avente mis cosas en una caja que mi tía me habia dado, hace ya 5 años que mis padres desaparecieron, ni la policia ni el detective supierón que paso con ellos, era como si la tierra se los hubiera tragado, desde entonces tengo el mismo sueño, ese bosque, esa sombra, ese alguien que espera por mi. Que sera que querra, sere yo, sera que quiere decirme algo, jamas la eh escuchado hablar, su fisico es algo extraño, es alta y la cubre una manta negra de pies a cabeza, tiene complexion de hombre pero manos esqueleticas, pensandolo bien da un poco de miedo, seguia pensando en eso cuando una voz me saco del transe.

-¿Ya estas lista?
Pregunto la misma voz que eh escuchado desde hace cinco largos años.

- Ya casi acabo tía, solo me falta meter las fotos y alguno que otro libro, por qué ¿Paso algo?-dije mientras metia un libro a la caja-.

- No es eso querida, venia a dejarte tu desayuno, son mas de las 10 a.m, siempre bajas antes de las 9, asi que se me hizo raro no ver a mi sobrina favorita en la mesa-dijo pasandome un plato de waffles con tocino-.

- Eres la mejor tía del mundo sabes eso -dije dandole un beso en agradecimiento- aunque, EY! Porque solo tengo 3 waffles siempre son 5.

- Tardaste mucho en bajar Suno, Era obvio que tu tío iba a comerse mas, da gracias que rescate 4 de sus garras -dijo con pose de vitoria-.

- ¿CUATRO? Entonces por que solo hay tres en mi plato...

-Bueno darling, me dio hambre en el camino, subir 3 pisos, cansa más a mi edad -dijo mientras se sobaba la espalda-.

-Ay tía -reí fuertemente- seguire empacando ya casi acabo, bajare lista cuando termine.

- no te preocupes Suno, Larry y Yo subiremos tus cosas al auto, despues de todo, la terminal no esta lejos, bueno te dejo.

Me dio un beso en la cabeza y salio de mi pequeña habitacion, aquella habitación que me acogio desde que tenia 14 años, cuando mis padres desaparecierón ellos fueron mi familia, mi hogar, mi tía Harriet no tenia hijos, asi que ella y Larry me adoptaron como suya hasta que tuviera la mayoria de edad, para asi poder regresar a mi casa, aquella mansión donde viví con mis padres los mejores momentos de mi vida y sin darme cuenta ya habia terminado de empacar todo, me dispuse a tomar una ducha mientras pensaba en aquella sombra, aquel bosque, por alguna razón,siento que lo conozco pero nose de donde, termine de bañarme, me puse un jeans negro, una blusa blanca y encima una camisa manga larga de cuadros, tome mis tennis vans negros y regrese a mi cuarto, lo extrañaria claro, pero son cosas que pasan.

- ¿Estas Lista mi amor?

Escuche que decia mi tía, mientras me miraba con ternura y un poco de tristeza, era la hija que nunca tuvo.

-Claro -respondi con un poco de temor y nerviosismo- Solo estaba admirando mi cuarto * te extrañare cuarto pense*

-Bueno, no hay que ponernos tristes, siempre puedes volver, es tu hogar mi pequeña Suno -dio unos cuantos pasos hasta llegar a mi y me abrazo- Te amo suno, eres mi pequeño sol.

-Y yo a ti tía-dije dandole un gran abrazo- Vamonos, nos esperan-camine hasta la salida, tardaria en volver a ver esa casa,
O eso pensaba yo, jamas pensaria que cosas como esa cambiarian mi vida en un giro de 180° grados.