Rule number one

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🌼 Debes divertirte, pero querido, cuando hayas terminado, debes ser el primero en correr. 🌼

       

—¿Te vas ya? —preguntó Kenta, cubriéndose con la sábana hasta los hombros.

—Tengo turno esta noche —respondió Donghan sonriendo, ya había comenzado a vestirse.

—Pero apenas son las seis... —protestó el mayor en voz baja.

Donghan terminó de calzarse, se colocó la chaqueta y se acercó a la cama.

—Te llamaré luego —le dijo a Kenta a modo de despedida, besó su frente y salió de ahí sin mirar atrás.

Llegó a casa con tiempo de sobra, y aprovechó para tomar una ducha y comer algo antes de ir al trabajo.

Su turno en Starbucks comenzaba a las 7:00 pm, bien podría haberse quedado con Kenta un rato más e irse de ahí al café, pero últimamente el japonés estaba siendo demasiado pegajoso.

Era lindo, Donghan no quería deshacerse de él tan pronto.



🌻🌻🌻

La ventaja de trabajar en un Starbucks era que, si había un cliente especialmente atractivo o interesante, Donghan no tenía que esforzarse para saber su nombre.

—Americano frío, grande —pidió el chico lindo del otro lado del mostrador.

—¿A qué nombre? —preguntó Donghan mirándolo con una de sus mejores sonrisas.

—Sanggyun... —respondió el chico devolviéndole la sonrisa con timidez.

—"Sang-gyun-nie ♡" —deletreó Donghan en voz alta mientras escribía—, enseguida lo preparo.

—Gracias.

—¿No eres de por aquí?, tu acento es lindo.

Sanggyun se sonrojó, su acento solo salía cuando estaba nervioso.

—Soy de Gwangju —dijo tratando de hablar en tono neutro—, acabo de mudarme a Seúl para trabajar, mi compañía está a unas cuadras de aquí.

—¡Oh, genial! Espero verte seguido.

Donghan terminó de servir el café y se lo tendió al cliente, sonriéndole coqueto.

—N-nos vemos —se despidió Sanggyun.

Sintió como el otro chico lo seguía con la mirada hasta que llegó a la puerta y se giró para mirarlo, encontrándose con la misma sonrisa brillante con la que lo había recibido, se despidió nuevamente con un gesto de la mano que el chico detrás del mostrador le devolvió animado y luego salió de ahí.

Al parecer, su primo estaba equivocado y la gente de Seúl no era tan antipática como él le había dicho.

—¿No te cansas de coquetear con los clientes? —reclamó Hyunbin al menor.

—¿Binnie está celoso? —preguntó Donghan con su mejor voz de aegyo, colgándose del cuello del chico más alto.

—Claro que no —dijo Hyunbin sin levantar la vista de la caja registradora.

—No estés molesto —insistió Donghan, haciendo gestos adorables alrededor del otro chico.

—Está bien, no lo estoy.

Hyunbin sonrió por fin y entonces el menor comenzó a dar saltitos y abrazarse a él nuevamente.

—Quita, tenemos clientes —protestó el más alto, deshaciéndose de los brazos de Donghan.

—Kenta... qué sorpresa —saludó el menor saliendo detrás del mostrador y llevando a Kenta consigo a una esquina alejada de los otros clientes.

—¿No viste mis mensajes?

—Me quedé sin batería, lo siento —mintió, su móvil había estado vibrando sin cesar durante dos horas, así que decidió apagarlo.

—Vine porque pensé que podríamos salir a cenar o algo, ya casi termina tu turno, ¿no?

—No creo que pueda, mañana tengo clases de desde las 8:00 am.

—Entonces podemos ir a mi casa, te llevaré a la universidad en la mañana —ofreció Kenta.

Donghan no sabía cómo seguir negándose ante esa cara tan bonita, pero tenía que hacer algo si no quería que el chico siguiera haciéndose ilusiones, mejor terminar con todo ese asunto de una vez.

—Kenta... fue muy divertido pasar el tiempo contigo, eres un chico muy lindo y todo, pero no creo que debamos seguir viéndonos.

El mayor no dijo nada por lo que a Donghan le pareció una eternidad, solo se limitó a mirarlo como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.

—¿Que fue divertido dices? —, dijo Kenta al fin, las lágrimas habían empezado a acumularse en sus ojos—, ¿Eso es lo que fui para ti, diversión?

Ugh lágrimas, Donghan odiaba cuando los chicos lloraban, lo hacían sentir como que era un maldito patán o algo así.

—Por supuesto que no hyung —dijo abrazándolo—, yo te quiero mucho, pero desde el principio te dije que no sabía si estaba listo para una relación.

El pequeño cuerpo de Kenta había empezado a estremecerse entre sus brazos debido al llanto silencioso.

Donghan lo soltó, tomando su pequeño rostro con ambas manos.

—Estoy seguro de que encontrarás a alguien que pueda hacerte tan feliz como mereces —le aseguró, limpiando sus húmedas mejillas con los pulgares—, eres hermoso hyung, en todo el sentido de la palabra.

Kenta asintió, y reuniendo toda la dignidad que le quedaba, tomó las manos de Donghan para alejarlas de su cara y le sonrió por última vez antes de irse.

Bueno, fue divertido mientras duró, pensó Donghan mientras veía al mayor alejarse, era realmente una lástima haber terminado tan pronto con él.


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How to be a heartbreaker [Donghan x JBJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora