Omega |Yuno x Asta|

|Única Parte|

(N/A: Antes de comenzar a leer recomiendo tener el mínimo conocimiento del Omegaverse, las etnias y el lazo, al menos. Sin más, espero les guste)

Él siempre soño con ser Rey mago, desde que la hermana Lily le contaba esa historia hasta cuando Yuno y él habian quedado en ser rivales.

Habían dos cosas que se necesitaba para ser Rey Mago; la primera, tener un gran maná, y segunda, ser Alfa.

Era una sociedad muy tradicional —aunque se consideraba un honor tener una mujer alfa en la nobleza y realeza— pero aún así, de un modo u otro el Rey mago siempre terminaba siendo un alfa.

Asta tenia muy en claro eso.

Ahora volvamos al principio; Asta, criado en una iglesia en Hage, 14 años sin algún poder mágico y sin etnia, bajo y demasiado enérgico.

¡Claro! No podemos olvidar a su rival, Yuno. Muy diferente de Asta, Yuno tenia un poder mágico increíble, pero sin etnia, era alto, peli negro y con una actitud fría.

Mientras que Yuno ayudaba en la iglesia o entrenaba su magia, Asta hacia flexiones, abdominales y ejercicios de tipo. Ya saben, entrenar su cuerpo antes de conseguir el poder mágico.

Ya se acercaba la ceremonia de entrega de grimonios y también la llegada de celos, a partir de los 12 años la probabilidad de la llegada de celo era un 60 %, cuando tenias 13 el porcentaje aumentaba un 10 % y así seguía hasta los 16; si llegabas a esa edad y aún no llegaba el celo era 100 % confirmado que serias un beta, un desdichado de la sociedad sin gran poder mágico.

Aunque todos querían ser alfas solo un pequeño porcentaje de la nación lo lograba, si eras omega tus posibilidades eran mediocres y si era beta era nulas.

Cumplir quince era una etapa jodida para los que tenían un bajo poder mágico y los sin etnia.

5 días antes de la ceremonia.

No era raro que Asta llegara tarde a la iglesia después de su entrenamiento, era raro que ese día estuviera todo el día ahí. Ayudaba a la hermana Lily con la ropa y de paso le pedía que se casara con él, porque estaba muy seguro que sería un alfa y rey mago.

—¡Casese conmigo, hermana Lily!

—Lo siento, Asta. No puedo —Dijo con sus típicas sonrisas y sin alterarse por la conducta de chico.

—¡Aún no me rindo! —Dijo, gritando.

—Am... Asta —La hermana ya estaba nerviosa intentado parar al chico.

—¡No en rindo!

—¡Lo siento, Asta!

—¡Otra vez, hermana Lily!

—¡No insistas más! Magia de creación de agua: ¡Estocada del puño sagrado del amor! —Grito haciendo que el chico se comiera, prácticamente, la tierra.

Los demás ya fue lo típico que siempre pasa en esos casos.

La iglesia había recibido algo de dinero, por lo qué la habían agrandado.
La hermana y los niños en una habitación, el "padre" en su misma habitación y, por ultimo, Yuno y Asta compartiendo habitación. A veces era muy cansado porqué éstos dos competían por quien limpiaba más y Asta cansaba demasiado por sus gritos.

Pero hoy era diferente, hoy Asta no gritaba y el cuarto se sumaba en un absoluto silencio, casi abrumador.

Una frase dice que después de la calma viene la tormenta, y claro que algo paso.

Uno de ellos había entrado en celo.

Unos minutos antes ambos se estaban preparando para dormir y Asta lo sintió, el calor de su cuerpo y el cuerpo pesado.