Tayler bloodedge

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Yo no tenía razones de vivir... Por que tenía que pasar algo así..

Tirado en él suelo reflexionaba toda mi vida; pasando mis recuerdos sobre mis ojos mientras que las gotas de sangre que salían de mi cabeza me hacia mas nula la vista en mis ojos.

Mi vida había sido completamente "normal" hasta que las pláticas con mi hermana menor se volvieron extrañas. No se ¿por que ella?, era solo una niña pequeña, con ganas de casarse, tener una carrera, tener un gran trabajo y por fin un día sacar a mamá del hospital; como cualquier niño a esa edad.

Poco a poco yo tenía que trabajar ala edad que comprendía las cosas en este mundo.

Nuestro padre se fue al extranjero a conseguir ayuda para la enfermedad de nuestra madre pero.. Él sabia mas que nadie que esa "enfermedad" jamás tendría cura. Olvidándose completamente de sus hijos y mas de mi pequeña ella apenas y tenía un año de edad cuando él se fue.

Poco a poco empecé a trabajar ala edad de 7 años: en la tienda de cosas paranormales que estaba cercas de nuestra pequeña casa, deje la escuela desde que cumplí esa edad, mi hermana necesitaba comida, sus detalles sus cositas.. Así que trabaje, trabaje para ella.

Cuando ya tenía las cosas bien entre mi pequeña y yo no había nada que arruinada eso, pasábamos cada fin de semana al hospital a visitar a nuestra madre.
Un día de esas visitas yo salí a comprarle algo a ella, al regresar ella estaba susurrándole cosas a Mamá, normal cosas que sus hijos dicen como: "mamá te extramos recuperate Pronto" o "Mami puedes despertar por favor?" cosas como esa eran normales, pero en cuando puse atención a lo que decía mi pequeña sus palabras se oían como en otro idioma.. ¿Un conjuro? No..

Al momento que se dio cuenta de mi presencia mi hermana se volteo algo nerviosa sonriéndome algo nerviosa. ¿que fue eso? ¿mi imaginación? Debo estar equivocado sólo tiene 6 años, sólo es una niña!.

Al salir del hospital ella se detuvo en medio de un pequeño puente, deteniendome ella me hablo:

—H-Hermano.. Sabes que te amo ¿v-verdad? -balbuceaba Soltando mi mano para mirarme fijamente con esos ojos color rojo-

—Claro que lo se mi pequeña, y yo te amo a ti -agachandome a su altura le acaricie su cabello-

—Entonces m-me prometes que n-no importa lo qu-que pase.. ¿Me amaras? ¿Siempre seré tu hermana?

Su mirada reflejaba miedo algo de tristeza pero sobre todo miedo, suspirando le mira algo nervioso.

—Lo prometo  -bese su pequeña frente para luego tomarla de su mano e irnos.

Los días pasaron y todo era normal, hasta que recibí una llamada del hospital.

—¿Si? -conteste de inmediato mientras mi pequeña estaba desayunando alegremente.

Un momento de silencio incomodo se torno en toda la cocina, mientras las palabras del doctor no dejaban de parar.

—Oh... Ya veo... No, no hicieron lo que pudieron.. -Comente colocando mi mando en mi bica. Si.. Gracias.

Tranquilamente deje él teléfono él su lugar para luego voltear a ver a mi hermana la cual me miraba algo confundida, pero consiente de lo que podría pasar.

Mi madre, la mujer que me dio la vida... Esta muerta.

—H-Hermanito?.. ¿pasa algo? -consiente con mi mirada la pequeña se acercó a mi para luego abrazarla con fuerza. A-Ah.. N-No!.. -la pequeña estaba sollozando.

Ese pequeño momento se volvió tan largo, entre lágrimas y llanto ella empezó a caer al suelo sin dejarla de abrazar.

Desde ese día ella empezó a ser algo rara, ya no quería que le comprase sus dulces, o que le trajera peluches de unicornio que tanto amaba, en mi mente pasaba que ya estaba creciendo, pero ¿como? Apenas tenía seis años eso pasa ya a mi edad a los 12 años por mucho.

Pasando los días él cumpleaños número 7 de ella fue él peor día, en donde todo mi mundo se fue ala mierda.

Él día era nublado, hacia frío y llovía fuertemente. Se arruino la fiesta que le tenía planeada a mi hermana y eso no era mas raro

Ella no había bajado desde la mañana a desayunar o comer, su puerta estaba cerrada no me agradaba esto.

Un día antes ella me grito en un tono algo cruel:

—" ¡TE ODIO! OJALÁ TE MUERAS! "

Esas palabras no dejaron de sonar en mi mente, me dolía, pero eso no evitaba que le odie o no le haga nada a mi hermana.

Subiendo a su cuarto llame dos veces a su puerta... No hay respuesta, le vuelvo a tocar pero esta vez con más insistencia; al momento que le toque así se escuchó un fuerte golpe dentro del cuarto, sin pensarlo dos veces abrí la puerta de un fuerte patada.

Lo que estaba a dentro no parecía su cuarto... Era como estar dentro de un ordo caliente y sofocante.
¿que paso aquí? Todo esta cubierto con fuego o tostado.

Frente a mi estaba mi pequeña sentada en sus piernas ella no me miraba; estaba asustado.. Ala mierda mi padre.. Mi hermana era todo lo que me quedaba en este asqueroso mundo para mi.

¿y si esta lastimada? ¿Y si se quemó sus pequeñas manos?. acercándome a ella la abrazo con delicadeza, pero en vez de recibir un abrasó ella me empujo, tan pero tan fuerte ¿que le pasaba?.
Con la fuerza hizo que me golpeara contra la pared del cuarto haciendo que se rompiera un poco la pared.

¿Que mierda pasa?

Levantándose lentamente del piso ella me miro, ella.. Estaba sonriendo, estaba tambaleándose de un lado a otro, acercándose a mi, sus ojos no eran como antes, esta vez eran mas rojos mas intensos... Mas aterradores.

Estaba tan adolorido ese golpe hizo que me lastimada la cabeza que me sangraba la cabeza, al verla acercarse mi mente me abandonó estaba en blanco al ver a mi inocente hermana de esa manera tan aterradora.

—Oh~ que sucede pequeña escoria? ¿Quiere llorar? Acaso te has dando cuenta ¿verdad? Jeje~  -Levantaba levemente sus manitas para mostrar mucha sangre en estas.

Estaba en shock, no sabia que pasaba no podía entender nada de lo que me estaba pasando.

Poco a poco él fuego se volvió más fuerte rompiendo las paredes y él techo llenando toda la habitación de humo negro y trozos de la casa.

Los trozos del techo caían como carbón fuerte y duro hasta que uno de esos hizo que la casa se cayeron en pedazos en llamas.

Los trozos de techo y pared me cayeron como agua de regadera Callendo de espalda mientras veía con mis pocas ganas de querer observar ala que llamaba mi hermana desaparecían por la tierra y los pequeños fragmentos de carbón de la casa.

Ya había pasado un buen rato... Aquí es donde llegamos de nuevo.

No tengo razones para vivir.. Mi madre murio.. Y No pude ni cuidar a mi pequeña.. Soy patético..

Mi cabeza dolía fuertemente.. La sangre me escurría demasiado en la cara. Se siente como si Lloviera dentro de mi.. Una gran y profunda lluvia y dolor.

Poco a poco me sentía mas cálido y sin dolor.. ¿Estoy muerto? Ojala.

Una pequeña mano toca mi frente mientras abro poco a poco mis ojos.
 

—Ah!?.. Despertaste pequeño E-Estas bien!? ~

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