Lo contacté por redes sociales porque unos amigos lo habían etiquetado en una foto investigue su muro pasaron días y no podía enviarle una solicitud de amistad me costaba tanto hacerlo.
Al mes de haberlo visto tomé la valentía de enviársela y al día siguiente me la acepto que emoción y les sonará tonto pero una persona que me gustaba tanto no le pude escribir hasta después que ya me tranquilice.
Comenzamos a escribirnos, los días transcurrían e íbamos haciendo la conversación más profunda y conociéndonos en realidad teníamos gustos en común entonces no saben cuanto me intereso en realidad aún más del día en que lo ví.
Me enviaba mensajes muy elegantes en estilo clásico ¿Saben? Era como tener a mi profesora de literatura expresando algún poema, que belleza era inevitable dejar de leer alguna palabra de esos mensajes que te llenan y te inspiran.