Sweater. OS; GuMiku.

-Invierno-

Miku Hatsune era una chica peleadora, buscadora de problemas, rebelde, ruda. Básicamente tenía todas las palabras negativas en su ser.

Las chicas le temían. Los chicos la respetaban.

Hatsune pasaba todos los recreos sola.

¿Cómo sé eso?

Pues la observo en los recreos. Aunque de lejos, no quiero parecer una stalker.

—¿Oyeron lo último de Hatsune?—Preguntó Rin, una de mis amigas.

—No, cuéntanos, Rin—Le pidió Luka, otra de mis amigas.

—Se dice que casi golpea a la profesora Clara—Dijo, casi en un susurro, Rin.

—Dios mío—Exclamó Meiko, la última restante de mi grupo.—Sé que Clara es una bruja exigente, pero no creo que Hatsune la haya intentado golpear.

—Han de ser sólo rumores—Dije.

—¿Estás defendiendo a la delincuente, Gumi?—Me cuestionó Rin.

—No, pero quizás la mayoría de cosas que dicen de Hatsune son sólo rumores.—Mi voz sonaba molesta. Odiaba el hecho de que juzgaran a Hatsune sin conocerla.

Este recreo también lo pasó sola.

Al salir de clases, noté que el clima se ponía helado y el viento corría fuertemente.

—Adoro el invierno, pero este frío me hiela los huesos—Dijo Meiko.

—¡Oh, casi lo olvido!—Exclamé y saqué de mi bolso unas bufandas—Les tejí unas bufandas.

Le entregué la rosada a Luka, la roja a Meiko y la naranja a Rin.

—¡Gracias, Gumi-Chan!—Me agradeció Luka, dándome un abrazo.

—Ya no pasaré frío—Dijo Rin colocándose su bufanda.

Las chicas se fueron y yo también comencé el trayecto hasta casa.

Al entrar a casa hice mis deberes, le deseé buenas noches a mi hermano y dormí.

(...)

—¡A despertar, zanahoria!—Gritó Gumo, tratando de despertarme y logrando su cometido—Debes ir a la escuela.

Al sacarme el pijama, sentí el frío que hacía, me coloqué el uniforme y bajé por las escaleras para después acercarme a la mesa y desayunar.

—Buenos días, Gumi—Saludó Gumo, que me entregaba una leche sabor chocolate.—¿Viste la nevada?

—¿Ah?—Cuestioné. Me acerqué a la ventana, caían pequeños copos de nieve.—Genial.

Terminé de desayunar en silencio y me dirigí a la escuela.

Las chicas me esperaban en la entrada. Fuimos a clase y al salir a recreo vi que Hatsune sólo usaba una chaqueta de cuero encima del uniforme.

¡Eso no le daba calor!

Le iba a decir algo, pero ella se dio la vuelta y salió.

—¡Gumi, vamos a comer!—Me exigió la hambrienta de Rin.

(...)

—... Y eso es lo que pasa.—Rin hablaba—¡¿Gumi Megpoid, me estás prestando atención?!

—Ah, sí, lo que digas, Rin.

No la había oído, porque pensaba en que Miku se resfriaría si no se ponía algo más abrigado.

—¡Baka!—La rubia hizo un infantil puchero.—Te digo que he visto que Kaito no trae almuerzo y estaba pensando en hacerle un bento.

—Hazlo.—Sentenció Luka.