¿Espejo-portal?

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—Bonita habitación, pero no me gusta el color de las paredes. — Jack murmuró tumbado en el medio de un gran cuarto.

El pirata analizó detenidamente la habitación, era cuadrada pero con las esquinas redondas, era ancha pero corta o quizás era larga pero estrecha, era bonita pero a la vez fea y tenía un espejo que no era un espejo tal y como nosotros los conocemos. Toda la habitación resultaba un dilema, era de una determinada manera pero luego tenía una característica que lo contradecía.

—Me encantaría quedarme aquí a hacer... nada, pero tengo que irme. —Jack suspiró levantándose de un salto.

Cuando Jack cogió el pomo de la puerta este desapareció en su mano y si el pomo desaparecía, ¿por qué no iba a desaparecer la puerta de igual manera? Con ese pensamiento en mente el capitán decidió traspasar la puerta como si fuera un fantasma, pero para su mala suerte la puerta sí que era de verdad, eran tan real que lo único que consiguió fue darse bruces contra esta.

—Y ahora que se supone que tengo que hacer, ¿sentarme a beber el té como los ingleses? —Jack bufó mientras se acariciaba la frente y la nariz, donde se había dado el golpe. —Ah no, no señor, no pienso beber té, bebida endemoniada, convierte a los hombres en soldados que quieren matar piratas con un acento inglés.

Jack se dejó caer al suelo con la espalda "apoyada" en el espejo, en el exacto microsegundo en el que había un punto de unión entre el espejo y el abrigo de Jack, medio cuerpo de este se quedó en la habitación mientras que la otra parte se metió dentro del curioso espejo, en un mundo totalmente desconocido, diferente y maravilloso.

Cómo Jack era muy curioso decidió volver otra vez a la habitación y luego otra vez al mundo maravilloso, otra vez a la habitación y otra vez al mundo maravilloso, como si estuviera haciendo abdominales mientras cambiaba de un mundo a otro. Cuando se cansó de asomar la cabeza por el espejo metió las piernas dentro de este y se puso en pie preparado para investigar.

—Y ahora cómo se supone que voy a volver... —Sparrow gruñó mientras veía como el espejo desaparecía delante de sus ojos.

El pirata se puso en marcha andado tranquilamente por un camino estrecho rodeado por árboles de todo tipo, tamaño y colores.

Ya llevaba unas cuantas horas caminando cuando vio un árbol muy grande en el que estaría genial para echar una cabezadita, sin pensarlo una sola vez más se dirigió hacia el árbol, se colocó el sombrero en la cara y se durmió.

Cuando amaneció al día siguiente, oyó unos pasos que se dirigían hacia él, pero se hizo el dormido, siempre funcionaba cuando querías que alguien te dejara en paz. Pero para este sujeto parecía que no porque le tiró un cubo de agua gélida en la cabeza.

—¿Por qué me has tirado agua tan fría? —Jack resopló escurriendo el sombrero lleno de agua. —Si por lo menos hubiera estado templada...

El hombre no le contestó, tan solo se dedicó a sonreír mientras miraba a Jack, que trataba de levantarse sin resbalar.

Captain Jack Sparrow in WonderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora