Y está es la historia de cómo me terminé enamorando del capitán de fútbol de la escuela, otra vez.
Nunca juzgues un libro por su portada.
KOOKMIN.
Lemon.
⚠️Prohibido las adaptaciones.
Terminada. 🌹
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La noche era fresca, no hacia tanto frío como era lo habitual. Ibamos a ir a cenar y después iríamos a andar. Jaebum era lindo, de persona y de personalidad. Era gracioso, lindo, amable. Tal vez parezca un poco serio, pero cuando lo conoces a fondo llegas a saber como es verdaderamente. Me hace recordar cuando conocí a Kyungsoo.
—Un dólar por tus pensamientos —Sonrió de lado.
Extendí mi mano con una sonrisa.
—Vale—Saco un billete y me lo dió.
—Pensaba en ti—Dije con simpleza sin darme cuenta de lo que había dicho.—E-eh digo no en ti, en ti s-sino eish...—Mire hacia la ventana ocultando mi sonrojo.
—Rió suavemente.—Así que ¿Piensas en mi?.
—Tal vez—Dije encogiéndome de hombros.
—Bueno, mr. intriga ya llegamos—Dijo para apagar el auto y rodear este abriéndome la puerta.
—Puedo yo sólo Jae—Dije mirándolo mal.
—Pero yo quería hacerlo—Hizo un puchero.
—Vale—Suspiré.—Pero no soy una chica.
—Oh por dios ¿No eres una chica? Dios, siempre pensé que si lo eras, que decepción enterarme ahora.
—Le golpee el hombro.—Que gracioso, tonto.
—Sonrió.—Venga, vamos.
Entramos al restaurante de comida Tailandesa para irnos a una mesa del fondo. El lugar era muy bonito, tenía una araña que caía levemente por medio del lugar, le daba un toque bonito por la iluminación sin verse extravagante.
—Buenas noches, ¿Puedo tomar su orden?—Dijo el mesero mirando a Jaebum sonrojándose.
Entrecerré mis ojos y lo miré haciendo que me mirara apenado.
—Yo voy a pedir un PadThai—Dijo dandole la carta.
—Esta bien, ¿usted?—Dijo mirándome.
—Uhm—Revisé toda la carta.—TomYum.
—Vale, ¿Algo para beber?
—¿Jimin?—Me preguntó Jae mirandome.
—¿Coca-cola?—Me encogí de hombros.—No bebo alcohol.
—Dos coca-cola's con hielo, gracias.
El mesero tomo las cartas sin dejar de mirar a Jaebum y se fue.
—¿No bebes?—Pregunto.
—No, no soporto el sabor—Dije arrugando la nariz inconscientemente.
—Interesante, pero ¿Es solo por eso?—Enarcó una ceja.
—Vale, no soy bueno manejándolo—Dije.—Con una copa me tienes bailando encima de una mesa.
—Quisiera ver eso—Dijo divertido dándome un guiño.
