PRÓLOGO

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Me limpio los ojos, pero mis lágrimas no pueden dejar de caer sobre el ataúd de mi madre.

Aquí yace el cuerpo de la única persona que me quedaba en el mundo. 

No hay más, la muerte tocó a nuestra puerta y se llevó sin avisar a mi madre, dejándome sola, con los ojos nublados y mi corazón destrozado. Llevándosela sin piedad alguna, sin pensar que dejaría a una pobre niña desolada, vacía y sin nadie que reconfortara sus lágrimas. Muerte...ahora te tengo un gran rencor. 

Tanto la habitación como yo nos encontramos vacías. Solo se escucha mi llanto, y fuera de él, el silencio es infinito. Es por eso que pude escuchar el caminar de unos tacones hacia mí. Volteé para encontrarme con la señorita Kenia, la trabajadora social que me "ayudará" en este proceso.

-Judith, tenemos que irnos - pero yo no quería separarme de mi madre, muerta o viva quería estar con ella. 

Mi mirada dijo más que mil palabras.

-Está bien - continuó Kenia - Te daré un tiempo más a solas.

No necesito más tiempo, porque a partir de hoy estaré sola el resto de mi vida.

Quiero estar con mi mamá, quiero a mi mamá. 

Quiero a mi mamá.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2020 ⏰

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