LONELY. [F(KRYBER)] Tree-shot

II

Las vacaciones pasaban y nosotras nos volvíamos más cercanas ¿Qué pasó después de aquél beso?Bueno, no sabemos exactamente qué somos y, aunque me desespera no ser nada y a la vez ser más que amigas, es bueno ir lento; las dos nos decidimos por dar un paso a la vez.

A pesar de que faltaban meses para la graduación, ésta ya tenía fecha. Amber me quería como su acompañante y quería lucir bien para ella, pero mis miedos seguían ahí.

Mis padres no conocían a Amber, cuando llegaban a verme de lejos con ella respondía todas sus preguntas con un "Es un amigo, un chico del colegio", no quería imaginar el drama que harían al saber que Amber es una chica y viste de tal manera: "¿¡Qué dirá la gente de nosotros al ver que nuestra hija se junta con esa cosa tan despreciable!?"... Pues su hija estaba enamorada de esa "cosa", pero estaba más confundida que antes.

Por más que le daba vueltas en mi cabeza llegaba al mismo lugar, la frase "Demasiado bueno para ser real" rondaba en mi mente.

La llegada de Amber en mi vida era perfecta, pero me da miedo el perderla cuando no somos nada. Mi pecho dolía al no encontrar una solución, me da miedo terminar peor que cómo empecé... Solo no quiero estar sola.

-Princesa.

Su dulce voz me sacó de mi burbuja.

-¿Estás bien?

-Lo estoy.

Mentí mostrando una sonrisa, ella regresó la sonrisa y siguió mirando frente.

En momentos como estos son en los que quiero explotar, siento que soy invisible y nadie nota que estoy mal. A pesar de que, de alguna forma lo hago notar, nadie se percata de ello. ¿Por qué todos dejan de mostrar interés al escuchar "estoy bien"? Al humano le gusta que le rueguen, que luchen por él; pero nadie parecía luchar por mí.

-Hay que dejar esto por hoy.

Nuevamente se detuvo, en esta ocasión no me observó.

-Creo que tenemos suficiente de nosotras por hoy.

Sin esperar una respuesta continuó su camino sin mí.

No. No lo hagas. No me dejes. Por favor gira y regresa. Te necesito. No me abandones. No lo intentes.

-Amber.

Por primera vez en el día le hablé por su nombre, ella me escuchó y se detuvo.

-...No me dejes...- a pesar de que había sido en un susurro ella supo interpretarlo.

Sin preguntar ni decir nada se regresó y me abrazó cálidamente. Lloré, cómo era de esperarse.

Había explotado, sin embargo, ésta ocasión era distinta; alguien estaba ahí, abrazándome y dándome aliento. Era muy distinto a las demás veces que lo hacía sola.

Amber se tomó la molestia de escucharme. Era la primera persona a la que le decía qué tan desinteresados eran mis padres conmigo. ¿Cómo puede que los padres de alguien se interesen más en su reputación que en su hija? Amber estaba furiosa al oír todo lo que le contaba