Son las nueve de la noche,y me encuentro envuelta en sábanas con una tasa de chocolate caliente en mis manos,admirando desde una pequeña ventana de mi habitación el hermoso cielo que hoy se ha vestido de gala para mi,eso quiero creer.
Por alguna extraña razón hoy las estrellas brillan más que nunca, y son de gran compañía para todo aquel que se siente solo y no comprendido.
Me gusta sumergirme en una fantasía sin límites, escribir mi propio cuento, hacerme creer que todo está bien, aún que, no sea verdad.
Domingo 8
Vaya, el tiempo pasa más rápido de lo que uno piensa.
Los rayos de sol entran sin autorización por la pequeña ventana de mi habitación lastimando mi vista y dándome a entender que ya es un nuevo día.
Al parecer a noche me quede dormida observando el cielo con "MIS HERMOSAS ESTRELLAS" adornandolo.
De lunes a sàbado tengo mis horarios muy apretados.
Estudiar en una de las mejores universidades de París es un privilegio pero, el trabajo es muy duro debido al nivel educativo estricto y organizado, nunca tengo tiempo para relajarme, así que, aprovechare mi domingo al máximo. Ya lo tengo todo planificado, me pondré unos calsetines coloridos, mis preferidos, ropa muy cómoda y veré una maratón de mi serie favorita,"FRIENDS".
Encendí el televisor, y mientras esperaba que la serie comenzara me preparé un café bien cargado y con dos cucharadas de azúcar, decidí también darle compañía a mi exquisito café, entonces, puse mermelada de cereza sobre un pan, y listo, el desayuno "PERFECTO".
Me encontraba muy cómoda viendo la serie y riendo con las locuras de cada personaje, fue en ese preciso momento que mi móvil comenzó a sonar como si de una emergencia se tratara. Apresurada tome el teléfono, y no, no es ninguna emergencia, es una mujer, Lisa, es su nombre, el nombre de la mujer que se encontraba del otro lado de la línea telefónica, para ser más precisa con ustedes, mi mejor amiga, esa chica está llena de energía siempre, es todo lo contrario a mí, no tengo dudas.
Hola linda-dijo la rubia que se encontraba del otro lado de la línea-
Hola-repondí algo enfadada, cómo se le ocurre a esta niña interrumpir mi maratón-
No me digas que otra vez planeabas quedarte encerrada en tu apartamento viendo televisión-dijo mi extrovertida amiga muy segura de mi respuesta-
Pues si, y dejame decirte que acabas de interrumpir mi planificado día- lo dije de una forma burlona para causarle molestia a mi mejor amiga-
No permitiré que te quedes todo el día viendo televisión y comiendo, compré dos entradas al cine- dijo la rubia insinuando que yo sería su acompañante-
De acuerdo, que te diviertas-dije haciéndome la desentendida, si algo me divierte tanto como leer es sacarle canas verdes a mi mejor amiga-
No es gracioso que te burles de mí-dijo Lalisa-
Esta bien, lo siento, pero eso no quiere decir que ire contigo al cine.-dije yo-
Vamos di que si-dijo la molestosa y energetica chica tratando de convenserme pero, mi repuesta ya era clara dije que me quedaría en casa para relajarme y así lo haré-
Dije que no, y no insistas por que no voy a acompañarte y punto-dije totalmente segura-
......
Y aquí estoy, parada en medio de la multitud esperando a mi amiga que se encuentra comprando las bebidas y palomitas para la "asombrosa" función de cine que nos espera.
Diablos, aun no entiendo como esta chica logra convenserme.
Después de ver la pelicula, que al final no resulto ser tan mala, a mí anormal amiga se le ocurrió llevarme a recorrer el inmenso centro comercial, acaso esta chica nunca se cansa.
Listo, Lisa habia arrasado con el noventa y nuene punto nueve porciento de las extravagantes tiendas de ropa del centro comercial, esta niña no tiene solución.
Lisa estaba apunto de vacear otra tienda pero, algo llamó mi atención, y no tenia nada que ver con ropa ni accesorios costosos, era una libreria, hace mucho que no compraba un libro y ver esa tienda hiso que mis ojos se ilumunaran. No lo pense dos veces, jale la delicada mano de mi rubia favorita y nos adentremos a la tienda de letrero brillante.
No quiero estar aqui-dijo la rubia, que evidentemente queria seguir comprando ropa-
Has comprado ropa durante todo el día, no crees que es justo que yo pueda divertirme también-dije con seriedad para que la chica alta y de cutis perfecto acepte ser mi acompañante en esta increible expedición-
No tuvo opción, era lo más justo que ella me acompañara así como yo lo habia hecho durante todo el día.
De acuerdo te acampañare, pero no demores-después de sus abusivas palabras Lalisa se limitó a seguirme el paso-
Ya teniamos mas de media hora en la libreria, y aún no encontraba ninguno libro que me pidiera a gritos ser llevado a casa conmigo. Mi intensa amiga se había cansado de caminar y se sentó en un banco que se encuentra al frente de la gran casa de libros.
Mis dedos se desplazaban por los libros sobre el estante, y entonces, lo visualize, ahí estaba el libro que buscaba, me acerque al instante con la clara intención de cojer el libro pero, mi mano choco con otra.
Frente a mi había un chico alto, de cabellos lacios y castaños, ojos rasgados y oscuros, muy oscuros, y me sonrío.
Su sonrisa es hermosa, el es hermoso, y sus ojos ni hablar. ¿Es normal querer explorar la vida de una persona que no conoces?
¿Es normal perderse en los hermosos ojos de un chico cuyo nombre no sabes?
¿Es normal que mi corazón se acelere de esa forma con el simple hecho de tenerlo enfrente?
No se si lo que siento y pienso de este desconocido sea normal, pero si de algo estoy segura es que alguna noche me gustaria ver la estrellas junto a el.
