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-Lo siento chico pero eres un omega sin marcar, sólo nos traerás problemas, consíguete un alfa, cualquiera estaría feliz contigo- le respondió el dueño de un bar a Yoongi quien había estado buscando otro trabajo.

-Sí, si, si, lo que sea, gracias, adiós- suspiró el pequeño omega harto de la sociedad en la que vivía.
Sus ahorros se estaban acabando, tenía cuentas que pagar; ¿tenía que recurrir a un trabajo deshonroso?
Llego a su casa, vio el estrecho apartamento en el que vivía, sucio, vacío; fue a la cocina donde había un montón de facturas y empezó a llorar.
Él no quería a un alfa, él quería trabajar, ser independiente ¿por qué nadie lo comprendía? ¿Por qué siempre querían imponerle la estúpida vida de los demás omegas?
Y aunque todo estuviera en su contra, Min Yoongi iba a salir adelante, como siempre lo hacía.
Estando en sus cinco minutos de locura, el omega se vistió provocativamente, unos leggings rojos, una camisa transparente negra y hermosas botas militares, salió de su casa y se fue al callejón rojo de la ciudad que era una especie de punto donde cualquier paria de la comunidad se reunía, prostitutas, traficantes, estafadores, en fin.
Sin estar en sus cabales, Yoongi se dirigió a este lugar y justo en la esquina de un bar de mala muerte se encontró a dos omegas, una sumamente hermosa, morena, su cabello perfectamente rizado y sus ojos un azul verdoso con un cuerpo de infarto junto con una rubia que a pesar de que se veía joven, se ve que había sido muy maltratada por la vida debido a que tenía enormes círculos negros debajo de sus ojos marrones, junto a su inusual esquelético cuerpo y las marcas en sus brazos seguramente por consumir drogas; éstas miraron a Yoongi con incredulidad y aunque este se sintió desnudo ante ellas, siguió caminando con la frente en alto.

-Miren que nos trajo la vida, un hermoso omega, no te ves como nuestros chicos de por aquí, ¿de dónde eres, dulzura?- preguntó con una voz profunda la omega rubia.

-De algún lado, eso no es importante- respondió Yoongi mirando a su alrededor empezando a comprender qué tal vez no era el lugar adecuado para él, estaba desesperado pero siempre había una solución para resolver sus problemas económicos que no fuera esta.

-Muñequito salvaje, me gusta, pero si quieres empezar aquí debes saber que nos corresponde una parte de tus ganancias ¿está bien? No nos importa de donde seas, en eso tienes razón pero aquí no queremos omegas que se echen para atrás justo en el medio de la acción, y por lo que veo preciosura, estás temblando ¿o me equivoco?-la omega morena agarró de la barbilla a Yoongi mientras lo miraba con sus hermosos ojos.

-No sé si estoy en el lugar correcto, sólo necesito dinero- dijo Yoongi temeroso, era un estúpido al creer que esto le solucionaría la vida, se había metido a la boca del lobo.

-Entonces, ¿quieres ser prestador de servicios o quieres ser repartidor?-rió la omega de ojos marrones.

-¿qué es lo que deja más dinero en una noche?- Yoongi realmente se había vuelto loco.

Las omegas se miraron y rieron; la rubia entró al bar por unos minutos y después salió con un collar, se lo puso a Yoongi dejando que su cuello blanquecino se quedara oculto.

-Prestador de servicios será pero ya no te puedes echar para atrás, dulzura, perdiste ese derecho cuando viniste con nosotras- habló la rubia.

-Ese es un collar para que no te marquen, sería una lástima que tú hermoso cuerpo de omega quedará marcado a un asqueroso alfa viejo- comentó la morena al ver la confusión de Yoongi quién al saber esto abrió sus ojos con asombro, un destello de raciocinio cruzó por su cabeza pero ya era muy tarde, si salía huyendo probablemente terminaría sin vida.

-Las reglas son fáciles, cariño, de lo que tú saques nosotros obtenemos un 50%, no nos importa si es mucho o poco para ti, a cambio buscaremos alfas confiables, no te van a tratar de manera gentil hermoso, pero al menos no te van a matar o al menos eso creemos, se cobra depende del servicio que estés dando y tu reputación, eres novato, no puedes cobrar mucho por ahora pero si tú primer cliente queda satisfecho, te irá muy bien- sonrío la rubia.

Yoongi intentó sonreír pero realmente se sentía perdido, se iba a entregar a los que menos quería, alfas.

-Entra al bar, bebé, empezarás a trabajar desde ahora, si lo echas a perder no ganarás dinero pero ganarás una paliza así que hazlo bien- le susurro la de ojos marrones.

Yoongi abrió la puerta del bar y se encaminó a la barra mientras las otras omegas platicaban con unos tipos que miraban a Yoongi.

El cantinero sólo lo miro y negó con la cabeza mientras murmuraba un "otro más"

Todo estaría bien, ¿no? Con esto pagaría sus deudas, con esto arreglaría su vida o ¿la empeoraría?

——
BOOM giro inesperado 7u7
La verdad es que no tengo mucha inspiración últimamente y hoy que me puse a escribir un tipo idiota voló los cables de electricidad y de internet en toda mi colonia así que valgo ferga amikas.
Esto lo subo con mis datos y mi 49% de batería restante, a lo mejor luego me entre la loquera y lo borre porque sinceramente no esperaba hacer a Yoongi un prostituto pero shit happens.
Si tiene errores me avisan ;v

Ramé |KOOKGI| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora