Ayúdame a dejarte.
No sé lo que hago cada vez que te llamo, perdóname.
No sé lo que hago cada vez que te busco.
Ayúdame a dejarte.
No creas que no lo intento.
Te busco una vez por cada cien que te extraño,
y eso es, a veces veinte minutos,
a veces tres días, un sonido, una canción,
tu voz en un grito fantasma ,
un perfume que corre en el aire.
Perdóname.
¿Por qué me has abandonado?
Tú eres un ángel caído,
desnudo y protector,
me inspiras cuando estoy perdida,
me abandonas cuando estoy completa.
Si no hay remedio, ayúdame a dejarte.
No respondas mis llamadas,
no regreses la mirada.
Ayúdame a dejarte.
Habla con Dios y dile que no puedo,
que necesito un cambio de cuerpo
y alma, y tiempo, y planeta.
Me es difícil vivir a sabiendas que andas por ahí,
caminando, platicando, sonriendo, llorando, cantando,
y que no tiene nada que ver conmigo.
Me es difícil reír, cantar, llorar y vivir,
porque, aunque no estés aquí,
todo lo que yo hago
tiene que ver contigo.
Tú que lo puedes todo,
ayúdame a dejarte.
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poesía.
SpiritualEl espejo miente. El reflejo es una invención, una construcción plana del mundo. El espejo no tiene visión, no hace perspectiva ideológica. Llevamos tanto tiempo buscando qué somos, fingiendo encontrarnos en los productos y objetos, fingiendo ser...