-Dejame calentar tus manos- mi corazón estaba desbocado mientras nuestras caras cada vez estaban más cerca. El levantó la vista un momento y me sonrió, yo reí y me acerque más a él... De verdad que quería besarlo, cada vez más me costaba mantener la compostura ante su cercanía y al parecer él pensaba lo mismo, pero dimos un salto al escuchar como los fuegos artificiales explotaban en el cielo, mis manos volvieron a sentir el frío del ambiente.
-Diablos, de verdad me asuste- puse mi mano en mi pecho, Youngjae río y me miró a los ojos.
-Feliz año nuevo- se acercó y me abrazó. Sentí como si su corazón latiera en mi oído, su calidez me inundó completamente... Y casi hizo que me desmayara cuando me susurró- Sabes que en año nuevo, al primero que tienes que abrazar es a alguien de tu mismo sexo... Así sabes que te irá bien en el amor.- reí en su pecho, eso había sonado tan sensual que mi estómago explotó en mariposas. Gire mi cabeza y mientras aún me apoyaba en él admiraba los fuegos artificiales, mis manos estaban en su espalda y las suyas en mi cintura, era tan cómodo que me asustaba el hecho de que se separara de mí, que su calidez se fuera.
En eso veía como la gente brindaba y se felicitaba entre ella, pero ambos no estábamos interesados en eso.
Me separé un poco para mirarlo, era mi oportunidad, era ya el tiempo para hacerlo... Mi rostro se puso rojo mientras pensaba en cómo sería tocar esos labios, en besarlos... Diablos, me había quedado mucho tiempo mirándolo.
-Yo eh...- sacudí mi cabeza- No te había dicho... feliz año nuevo...
-Gracias...- El bajo la mirada, pero no me soltó, de hecho seguíamos a la misma distancia, entonces... Sucedió.
Se acercó sin esperar más y toco mis labios, al parecer esperaba que saltará por la repentina acción, pero en vez de hacer eso, yo sonreí y puse mis manos en sus mejillas. Sus labios se movieron de manera suave y yo lo seguí, quería que él fuera quién me descubriera, quién me probará hasta decir basta...
De hecho todo el mundo se había borrado al sentir sus labios y fue tan corto que casi me mareé al ver como se alejaba. Luego de eso sonrió y se escondió en mi cuello, se había avergonzado después del beso, cosa que hizo mi corazón saltar por su ternura.
-Por favor olvida este beso... No sé cómo darlos- puse mi mano en su cabeza y reí, me causaba cosquillas su respiración en mi cuello y no podía evitar sentirme más nervioso.
-Youngjae... Es el mejor beso que he recibido- él se levantó y me miró, sonrió.- Además no será el último ¿Verdad?
-Oh... ¿Yo.... Puedo besarte más?- esta vez no aguante y lo bese al ver lo tierno que era, él me apretó contra su cuerpo una vez más, temiendo que escapara de él. Al separarme le acaricie la mejilla y la bese.
-Puedes besarme las veces que quieras- le guiñe un ojo y el sonrió avergonzado.
El resto de la noche no nos separamos, de hecho permanecimos casi una hora a fuera, hablando y riéndonos por cualquier cosa, sus manos se aferraron a las mías y no me dejaron ir en toda la noche. Su rostro ahora estaba más cerca del mio la mayoría de las veces, de hecho empecé a amar sus mejillas más y más, sus labios, sus ojos... Todo de él.
Luego esa fiesta las cosas cambiaron enormemente, Youngjae trataba de verme cada vez más seguido y intentaba de que salieramos a lugares desconocidos para los dos y así descubrir nuevas cosas juntos. Mis padres deducieron de inmediato que estaba saliendo con alguien, de hecho no se sorprendieron al saber que era Youngjae, según mi madre, yo era muy notorio. Reía por el hecho de que cada vez que podía iba a buscarme a la universidad con su uniforme escolar, me decía que le daba vergüenza verse tan pequeño en comparación con mis compañeros y conmigo, pero a pesar de decirle que no era necesario que fuera a buscarme, lo hacía igual, por lo cual sólo reía en cuanto él me comentaba sus impresiones.
-Es que de verdad... Parezco tu hermano pequeño, no tu novio - me frene en la calle y lo mire.
-Jae, bebé, te he dicho que no es necesario que vayas...
-Pero... SI quiero verte... No me importa lo que ellos piensen- su mano apretó la mía y reí.
-Eres adorable- le besé la mejilla y él sonrió.
-¿Qué piensan tus amigos de mí?- aunque dijiera que no le importaba, sus dichos me decían lo contrario.
-Que eres un novio perfecto para mí- le guiñe un ojo.
-¿No te han dicho nada porque soy mayor que tú?
- Si, pero siempre bromeando- le quería quitar peso al asunto.- además que importa, yo te quiero a ti- tiré de él y quedo a centímetros de mi rostro.- No sabes lo atractivo que te ves en uniforme- lo bese.
-Tendre que ponermelo más entonces- río cuando el beso termino.
Aunque el tiempo pasara, mi amor por Jae crecía cada vez más. Cuando fue su graduación conocí a su familia, aunque sabían de mi existencia, por fin pudieron verme en persona y conocerme, su madre era adorable y al parecer Jae sólo había hablado maravillas de mí. Aunque quise venir solo, mi familia entera vino, ya que también se graduaba el novio de mi hermana, entonces dada la situación Youngjae por fin se pudo presentar como mi novio oficial y yo como su novio oficial, ambos estábamos nerviosos ya que era la primera vez que hacíamos esto, pero todo había salido bastante bien.
Su familia me invitó a cenar con ellos y yo encantado acepté. Su familia se sorprendió al saber que yo era menor, pero no dijieron nada más al respecto, ya que según ellos no parecía de mi edad.
Habíamos crecido juntos, descubrimos nuevos horizontes y lugares los dos juntos y eso me llenaba el corazón de alegría. Nuestras vidas solo se enriquecieron al estar juntos y doy gracias todos los días al cielo que ese día Youngjae se animo a darme su confesión... Y también agradezco la suerte de tener a ese hombre a mí lado.