Capítulo 1

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Era martes y oía las olas rugir desde mi ventana como cada mañana.
Me encanta esa sensación,me hace sentir libre y relajada.
Era el verano de 2017 y yo tenía 16 años.
Cómo era verano no tenía que ir al instituto pero aún así madrugaba para ir a la Curva(lugar de la playa con la mejor rompiente de olas) y pillar las mejores olas antes de que algún guiri o turista las descubriese y me las saltase.

Bajé a desayunar y por suerte no había nadie en casa (mi hermano,Xabi, estaba jugando al baloncesto.Mi madre, Sara,se había ido a hacer la compra,y mi padre, Raúl,se había ido con la bici a entrenar).
Desayuné mis cereales de bolitas de chocolate con yogur y subí a mi cuarto a ponerme el bikini y coger mi tabla de surf.
Iba a salir de casa cuando mi madre entró por la puerta cargada de bolsas y con un humor de perros.
Salí antes de que pudiese decirme algo y fui corriendo a la playa para no encontrarme con nadie más.
Había un par de personas en el agua,pero no eran una amenaza para mis olas.Se que sueno un poco acaparadora pero lo cierto es que la necesidad de coger olas es terrible...
Después de una buena sesión de tres horas volví a casa y mi madre me estaba esperando en el salón para echarme la bronca como de costumbre.
Cuando ella empezó a hablar desconecté y en mi cabeza empezó a sonar mi canción favorita, Waves.
Cuando vi que dejó de mover los labios puse cara de arrepentida y asentí ligeramente para que me dejase subir a mi cuarto a ducharme y no me castigase.
Cómo había madrugado cuando me  duché apenas eran las doce del mediodía, así que no tenía prisa para ducharme e ir a comprar un helado con Elo antes de comer.
Estaba impaciente para que llegase la tarde por qué Lucía volvía de Castro,su pueblo de veraneo.
Dios, teníamos tantas cosas que contarnos y cosas de las que hablar...Ella había estado un mes allí, y un mes da para mucho.

Ya era la una y mi padre volvió de entrenar más contento que de costumbre.Se había encontrado con un amigo de la infancia y se habían puesto al día.
Me encanta ver a mi padre tan emocionado y contento,me recuerda a un niño pequeño.

Le dije que me iba a tomar un helado con Elo y me fui.
Quedamos en el Zeto,un pequeño bar a dos minutos de mi casa.
Nos sentamos en una mesa de la terraza y pedimos los helados.
Lo "malo" del verano, es que hay muchas avispas y abejas,y por alguna razón,siempre las atraigo.
Una avispa se me posó en la cabeza y empezé a batir mis manos para que se fuese.
La avispa me picó en el brazo derecho.
Elo se empezó a reír y se le saltaban las lágrimas de la risa mientras a mí me ardía la picadura.No tenía gracia.
Enseguida dieron las dos y tuvimos que volver a casa para comer.
Esta vez tocaban macarrones.Me encantan los macarrones.
Todo el mundo estaba ya en casa ,aún que solo físicamente.Mi hermano seguramente estaría imaginándose su vida si fuese jugador de baloncesto profesional,mi padre,reviviendo su juventud cómo está mañana lo había hecho,mi madre,pensando en si se habrá olvidado algo por comprar,y yo,yo solo quería salir de esa casa para ir a la de Lucía y ayudarle a deshacer la maleta y hablar de todo.

Por fin terminamos de comer pero me tocaba a mí recoger la mesa.Mierda,se me había olvidado. Me di toda la prisa que pude y salí de casa pitando rumbo a la de Lucía.
La esperé en las escaleras de su casa hasta que llegó.
Llegó sobre las cuatro y media y en cuanto bajó del coche corrimos la una hacia la otra para darnos el mayor abrazo que nos habíamos dado nunca.
Cuánto la había echado de menos.
No podía esperar a contarle todo, y ella tampoco.
Subimos a su casa y vaciamos la maleta entre las dos mientras nos contábamos todo,con pelos y señales,lo que había pasado durante ese mes que había estado en su pueblo.
La tarde se pasó volando y tuve que volver a mi casa para cenar y dormir.
Al día siguiente yo me iba al camping de mis tíos,en Laredo.
Todos los años iba a ese camping por lo que ya tenía amigos allí.Lo mejor de todo es que mis padres no venían así que tenía libertad casi al 100%.
Mi hermano seguía siendo un obstáculo en mi libertad,pero eso no iba a impedir nada.

Aún no os he dicho que estoy y "enamorada" de un completo idiota y antes de ir al camping me enteré de ciertas cosas que me entristecieron, y qué tal vez,fueron los causantes de mi desequilibrio emocional y mi desfase en cuanto chicos en el camping.

El primer día del camping me di cuenta de que había un chico con el que había estado saliendo,pero se mudó a Barcelona,y ahora había vuelto,y no sé por qué tenía la extraña sensación de que todo iba a cambiar,y así fue.
Estar en aquel lugar era sensacional.Me lo paso en grande siempre que voy.
Tengo muy buenos amigos allí con los que puedo compartirlo todo y sobre todo risas. Nos lo pasamos genial.
En esos días hacía más calor de lo normal, así que abusabamos de la piscina y playa,los helados...No quería marcharme de aquel lugar en la vida.

Pasaron cuatro días y nueve chicos, incluido Mark (mi ex).
Cuando tuve que volver a Somo,me enteré de que ahora Mark vivía en Latas,un pueblo cercano al mio, temporalmente.
Quedamos en volver a vernos,y me fui de allí.

Al llegar a casa recibí un mensaje suyo diciendo que el volvería a Latas al día siguiente,y qué podríamos vernos.
Yo estaba ilusionada por qué siempre habíamos tenido mucha confianza y una muy buena relación como amigos, así que acepté.
Fui corriendo a contárselo a Lucía y se alegró muchísimo, parecía que iba a quedar ella con el en mi lugar.
Me deseó mucha suerte aún que con cierta picardía y sonrisas cómplices.
Aquella noche no pude dormir.





Primer capítulo terminado!!
Espero que os esté gustando😌😊

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2018 ⏰

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