Una vida en vez de una muerte

amigos

Eso fue lo que pasó el otro día no quise seguir hablando con ella así que salí de la habitación corriendo sin antes a sotar la puerta.

En este momento me encuentro de bajo de un árbol, en el jardín de la casa y no quiero ver  a nadie por que.....n-no quiero tener otro padre-decía llorando.

-Amaira!que te paso,por qué lloras.

Genial alguien me vio llorar tanto esfuerzo para que nadie me viera llorar en 3 años para nada.

-l-larry tu q haces aquí?-dije secando rápido mis lágrimas,
Larry era mi vecino y mi amigo en secreto lo conozco hace un año, ya que a mi mamá no le gustaba ver me con chicos, el es más alto que yo, tiene ojos grises y pelo cafe.

-eso no importa y no me cambies el tema que te a pasado-dijo como una petición

-no tiene mucha importancia, de todas formas mira ya estoy bien - fingi una sonrisa para no demostrar mi tristeza.

-no estás bien, anda cuentamelo todo de seguro te sentirás mejor-
El me hizo señas para que me sentará en su regazo.

-etto..  hoy me entere de......que mi madre se va a casar con un hombre desagradable.

-y ya intentaste darle tu opinión?

- si y .... No le importa lo que pienso,de todas formas se va a casar-de mis ojos comenzaron a caer lágrimas por doquier asta que mis mejillas que darán empapadas y mi nariz roja.

-tranquila, todo estará bien tu madre solo quiere encontrar de nuevo la felicidad y si ella no le interesa tu opinión, a mi si y siempre estaré a tu lado.

Me dió un fuerte abrazo y me dedico una sonrisa que me provoco una risita q no pude evitar soltar

-ya deja tus cursilerías que me empalaga.

-jaja, eso es por qué te gustó no-me lanzó una cara pervertida

-claro que no, tú no me gustas tú eres mi mejor amigo eso es todo.

-Mmm si-su voz sono un poco desanimada.

¡¡Amaira!!

-Menos mal me llamaron no quiero pasar un momento incómodo-mmm me llaman tengo que ir me adiós-sali de allí no sin antes dedicarle una sonrisa.

Al llegar a casa vi a mi mamá furiosa parecía un demonio que quería llevarme al interior del  infierno tragué saliva y le respondí

-señora?

-NO A SOTES  LAS PUERTAS SEÑORITA!

Me tomo de una oreja y  me comenzó a arrastra por la sala en medio del camino pude ver como ese maldito de Jhonatan me miraba con cara de satisfacción, mi entras yo soportaba el dolor de mi oreja.

al llegar a mi habitación, mi mamá me encerró en ella y le puso llave a la puerta y desde el otro lado dijo que no me Hiba a sacar asta las ocho de la noche.