- Lo siento mama-sacudí mi cabeza- no puedo
Mi madre se irguió. Echo a su antiguo marido una oscura mirada y entonces se volvió y se alejo de la casa. Me estremecí cuando la puerta de la calle se cerro de golpe detrás mío
- Mia se calmara Dulce...-dijo mi padre con cuidado- tu sabes como se pone
- No me perdonara papa-mi voz baja y espesa por las lagrimas- nunca, no mas de lo que ella alguna vez te perdono
- Dulce...-la voz de Christopher era suave, apacible mientras sus brazos se envolvían alrededor mío, apoyándome-
Que sensación tan perfecta, pensé, ser sostenida tan apretada, tan cálidamente contra el
¿pero cuanto tiempo duraría esto? ¿Cuánto tiempo podria esto durar? Yo lo amaba ¿pero como podia el amarme? Yo tenia mis propios deseos; mis necesidades pocos naturales ¿harían que perdiera el amor de la única persona que realmente alguna vez habia deseado?
La pregunta me persiguió durante el resto de aquella noche. Christopher no vino a mi cama, por primera vez en seis noches, no estuvo a mi lado, tentándome, excitándome con su cuerpo y lujuria. Permanecí en medio de la gran cama, observando silenciosamente el aboveado techo, sintiendo como la soledad de la habitacion me sofocaba. Que dios me ayudara ¿si no podia pasar una sola noche sin el, como lo podria hacer el resto de mi vida?
¿Qué habia hecho? Mi deseo de experimentar con el lo mismo que sus otras mujeres ¿habia provocado mi caída? ¿sus celos y lujuria habian arruinado la única posibilidad que tuvo de hacer que lo amara? Trague saliva intentando aliviar el nudo de miedo que se formo en la garganta. Siendo realista, sabia que las posibilidades de capturar su corazon eran minúsculas. Simplemente no habia esperado que terminara asi en tan poco tiempo
Al comprender que no podia dormir, me levante, poniéndome la túnica de seda color bronce colocada a los pies de la cama y anudándola fuertemente. Metí mis pies en unas suaves zapatillas que hacían juego y abandone la habitacion
Prefería sentarme en la cocina ahogando las penas en el helado de menta y chocolate que mi padre siempre tenia a mano
Cuando entre en el pasillo, observe la brillante luz que se derramaba desde la cocina. Me pare sorprendida en la puerta... Vestida con una gruesa bata, con su rubio cabello atractivamente desordenado y su sorprendentemente preciosa cara sin maquillaje, estaba sentada Anahi con chocolate y la tentadora caja delante de ella
- ¿las grandes mentes piensan lo mismo?-ella me dirigió una sonrisa al alzar la vista, agitando la cuchara que tenia en la mano y me señalo el armario- toma un tazón
Me acerque al armario e hice justamente eso, sentándome después al otro lado de la ovalada mesa y tomando una gran porción
- Nada relaja mas los nervios como la -menta con chocolate-suspiro Anahi- y hoy sobre todo definitivamente
- Lo siento-me disculpe, sinceramente arrepentida de haberle podido causar algún dolor a mi madrastra- no esperaba que apareciera mi madre
Anahi se detuvo, con la cuchara suspendida por encima del tazón dirigiéndome una ceñuda mirada
- Dulce, no estoy molesta-dijo sinceramente- estoy molesta por Christopher y por ti... Sus elecciones privadas no deberían ser aireadas de esa manera, Chris estaba furioso desde luego, ella le hizo daño, pero yo estaba enfadada por lo que te afectaba a ti
- ¿por que?-fruncí el ceño- nunca tuvimos una relación muy intima, apenas nos llevamos bien
Una sonrisa conocedora se dibujo e los pálidos labios de Anahi
- Dul, luchas contra alguien cuando te sientes amenazada y cuando te preocupas por alguien sin tener una red de seguridad que te proteja, un seguro que indique que eres igualmente querida, lo se... Solía hacer lo mismo, hasta que encontré a Alfonso
Deje caer los hombros, la observación de Anahi estaba demasiada cercana a la verdad
- Asi es como supe que estabas enamorada de Christopher-dejo caer su siguiente obus- al principio fueron tiros encubiertos, pero cuando el te provoco, coqueteo y te presiono, te colocaste totalmente a su lado en la lucha. Entonces fue cuando supe que tu corazon estaba involucrado
Casi me ahogue con la cuchara de helado que intentaba tragar... ¿Cómo podia Anahi sobretodo, la tonta de Anahi que después de todo, conocerme mejor de lo que yo me conocia a mi misma?
- ¿lo perdí?-no pude contener mi anhelo y el miedo que reflejo mi voz cuando mire a la otra mujer-
- ¿perder a Christopher?-ella se rio con sorprendente diversión- dulce, el a estado luchando por tu atención durante mas de dos años, no se lo que pasara en un futuro. Pero sinceramente, dudo que tengas que preocuparte de nada por ahora
- No vino aun-me encogí, bajando la mirada a mi tazón- a lo mejor le disguste ¿tal vez esta avergonzado de mi madre cuando entro?
Cuando Anahi no contesto, arriesgue una rápida mirada
La mujer me miraba con una expresión imposible de explicar pero por muy claras oscila entre la lastima y la comprensión