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Kim SeokJin es para muchos un chico un tanto "diferente". Pero para el resto de las personas, quienes no lo conocen, es una hermosa chica alta y muy femenina. Y a él eso no le molesta en lo absoluto; le daría absolutamente igual si lo vieran como chico o chica, él se sentiría cómodo de ambas formas, aunque realmente, prefería un poco más ser una chica, por el hecho de que se ve "igual" que una.
Pasa que la gente se confunde por varios aspectos: empezando por sus atuendos, siempre perfectamente combinados: minifaldas acompañadas por blusillas de colores pasteles -mayoritariamente de color rosado-, medias de vez en cuando -que llegaban poco más allá de la rodilla-; esa increíble forma que tenía de maquillarse; las gargantillas que hacían que su cuello se viera aún más deseable; o esa deliciosa fragrancia que terminaba matando a cualquier hombre de un solo tiro. Tal vez, esa angelical y delicada voz que posee también engañaría a esos afortunados que llegaban a conocerlo. El modo en el que se acomodaba su corto y castaño cabello, con esas manos delicadas y sus uñas perfectamente cuidadas, pintadas de ese esmalte negro mate del que nunca se separaba.
Por más de veinte años, su vida siempre fué de color rosa, (metafórica y literalmente): todo era perfecto para él. Su padre siempre lo apoya para todo lo que a él se le vaya a ofrecer, y el dinero nunca ha sido un problema; su padre es el dueño de una estética unisex, lugar donde el joven trabaja, sea cortando el cabello como maquillando a muchas chicas que quedan encantadas con su trabajo. Aunque en realidad, muchos jovenes de sexo masculino suelen ir para ver a esa hermosa chica alta de cortos cabellos y labios carnosos, sin saber que en realidad es un hombre; secreto que nadie descubriría realmente. Nadie. Solo su familia y sus amigos (sin contar a esos chicos de la preparatoria y universidad que al parecer ni siquiera se acordaban de él). Tenía miedo de dar a conocer su realidad; ese es uno de los motivos por los que el chico se encuentra aún virgen.
Para ojos ajenos, Jin es una chica hecha y derecha, pero para él no es así. Se siente incompleto, de alguna manera quiere ser una chica totalmente. Aunque su mente y sus ideas paranoicas tengan entendido que eso es una pésima idea. Sus amigos se habían dado cuenta. Ellos, junto a su padre, apoyandolo incondicionalmente, le sugirieron una cirugía de cambio de sexo. Para Jin no era mala idea tener pechos o cambiar su primer nombre por algo más femenino, pero no habría soportado el hecho de tener que despedirse de ese amigo ahí abajo; así que era todo o nada.
Y aunque la situación era asfixiante para él, decidió dejar ese asunto para otro momento más apropiado. Y la situacion se quedó así, almenos hasta que Jin llegó a casa con una nueva y loca noticia, que cambiaría su vida por completo.
•{ N A M J I N } •
Esta historia contendrá relaciones sexuales entre dos hombres, lenguaje vulgar, y posibles fetiches leves.
