•°Uno - Quemado de rabia°•

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{김석진}

«Buenos días Papá»

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«Buenos días Papá»

Dije al entrar a la cocina, notando a mi padre apoyado en el fregadero, tomando su típica taza de café de todas las mañanas.

«Buenos días princesa~»

Sonreí ampliamente, abrazandolo como siempre suelo hacer.

«Qué tal dormiste?»

Pregunté, caminando lentamente hacia la alacena.

«Pues si soñar con simios persiguiéndote hace parte de un punto normal para "Dormir bien", si, dormí muy bien. ¿Y tú?»

Dijo, con un tono sarcástico, haciéndome reír.

«Yo bien, gracias.»

Dije, con su mismo tono sarcástico.

«¿Quieres Hotcakes?»

Dije, recolectando los ingredientes.

«Sabes que nunca podría rechazar tus deliciosos hotcakes, cariño.»

Respondió dejando su taza vacía en el fregadero. Yo puse todos los ingredientes en la mesa. Papá comenzó a lavar los platos que habían quedado de la cena anterior, que casualmente había sido con su actual pareja, Jessica. Debo decir que mi padre se conserva muy bien, y digamos también que es muy agradable a la vista, de alguien tuve que heredarlo, claro está. Y bueno, supongo que es normal que haya muchas mujeres que quieran salir con él a sabiendas de su estado como viudo. Y hay que decirlo, algunas mujeres jóvenes y lindas también están interesadas en él. Pero vamos, Jessica es algo absolutamente exagerado.
Siempre me he llevado bien con las anteriores parejas de papá, pero sintiéndolo mucho, este no es absolutamente el caso.
Y no soy el único que piensa así, para nada. Mi tía y mi abuela piensan igual; claramente tienen sus motivos, y yo estoy totalmente de acuerdo. Ellas (como yo) afirman que esa mujer es toda una interesada, irrespetuosa, y todas las características que suele tener una perra.

«Oye, oye. Cálmate, esa pobre masa no tiene la culpa.»

Dijo papá, notando que el ritmo con el que removía la masa para hotcakes había acelerado bruscamente.

Solté el bol, pegando la carcajada.

«Perdón, no me había dado cuenta.»

Dije, sonriendo de manera infantil, para luego dejar que mi mirada se perdiera de nuevo, logrando sin querer que esta vez, mi padre se preocupara.

«¿Qué pasa?»

Dejó lo que estaba haciendo, dándome su total atención.

«N-no es nada. Solo estaba pensando en qué podría hacer esta tarde ya que la tengo libre

Dije, remarcando la última palabra. La semana pasada habíamos quedado en el acuerdo de que hoy habría tenido el día libre en la estética. Contuve el aire esperando su respuesta preferiblemente afirmativa.

«Hablando de eso...»

Solté el aire haciendo una mueca de desepción.

«Jessica me dijo que si podías hacerle un corte de cabello esta noche.»

Soltó, mientras yo vertía la masa en la sartén ya caliente.
Solté pesadamente el bol y rodé los ojos sin dejar que papá me viera.

«¿No puede hacerlo alguien más?»

Él negó con la cabeza.

«Te vio mientras arreglabas a una mujer para una boda. Dijo que te quedó bien, que quería que le hicieras algo a ella también. Además, sabes que Wheein* no estará esta noche.»

«No creo que haya dicho eso, pero bien, lo intentaré.

Papá sonrió de oreja a oreja al escuchar esa respuesta.
Solté una risilla dandole de nuevo la espalda, mientras él me tomó por los hombros, apretandolos con las manos.

«Gracias princesa. Verás que no te vas a arrepentir, ustedes dos podrían conocerse mejor, e incluso llevarse bien.»

Suspiré.

«Papá, estoy de acuerdo con cenar con ella, estoy de acuerdo con aceptar que es tu pareja e incluso estoy de acuerdo con hacerle un corte o un tinte de cabello. Pero no quieras que me lleve bien con ella, eso si que no puede ser.»

Dije, observando como mi padre suspiraba tirando para atrás su cabello.

«Vamos, no es tan mala, no entiendo por que le tienes tanto odio. Has entablado una muy buena amistad con mis anteriores parejas, incluso sigues hablando con DooNa, ¿Por qué no con Jessica?»

Le lancé una mirada entre sarcástica y molesta a mi padre, esperando que entendiera la indirecta.

«Oh vamos. No te ha hecho nada de malo.»

Solté el bol (Con poco contenido de por si), cruzándome de brazos y mirando molesto a mi padre.

«¿No la escuchaste en la cena de acción de gracias?»

Él me miró sorprendido.

«¿Sigues molesto por eso? Cariño lo dijo sin pensar, estaba pasada de copas, compréndela.»

Negué con la cabeza.

«De verdad no puedo papá, no. Y no fue la única vez que dijo cosas pasadas de tono. ¿Recuerdas su reacción al enterarse de que soy hombre?»

Papá se sentó en la mesa, tomando su cabeza entre sus dos manos.

«Vamos Jin, te pidió disculpas. Eso fue hace mucho, ha cambiado, de verdad. Solo dale una oportunidad. Hazlo por mi.»

Maldita sea. Sabe que no puedo negarme cuando dice eso.

«Está bien, está bien. Solo una oportunidad. Pero juro que si empieza con sus comentarios, la dejaré calva.

Dije, meneando el cucharón de allá para acá con energía y rabia.

«Jin...»

Dijo indicando la sartén con el hotcake que había dejado desde hace ya tiempo, mientras la cocina empezaba a oler a quemado.
Rápidamente quité el hotcake con la mano por la prisa, aventandolo a la mesa y pegando un chillido de dolor por haberme quemado, revelando el hecho de que el pobre ya estaba hecho carbón humeante. Nos quedamos viéndolo con dios sabe que expresión en nuestras caras, para luego soltar una energética carcajada.

Nota•
En esta historia, Jin tiene 20 años, su padre JiChul 44 años y Namjoon 24 años.

*Wheein es la chica que trabaja en la estética de JiChul junto a Jin.

Wrong PhysiognomyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora