/06/

64.2K 7.3K 4.6K
                                    

Jimin se removió incómodo.

-Mm... No lo sé... Es una linda foto, ¿No lo crees? ... Fue un lindo día ese..

Kookie continuaba mirando la fotografía sin expresión alguna. Él solo observaba y observaba, y a Jimin comenzaba a desesperarle que pensara tanto solo por esa fotografía que simplemente se había olvidado de quitar del cajón.

-YoonGi te dejó por alguien más. ¿Por qué conservar algo de alguien que te hizo tanto daño?

El maldito chico tenía razón.
Jimin se sintió pequeño y no precisamente por su estatura, que era menor a la del muchacho Kookie.

Nunca tuvo el valor de quitar esa fotografía, a pesar de lo que había pasado.

-No sé si quiera hablar sobre eso ahora... ¿Por qué no vamos a comprar? Debes estar hambriento.

Kookie volvió a asentir sonriente. Hasta el momento, Jimin se había dado cuenta de lo risueño que parecía ser el muchacho.

Era todo muy extraño para él todavía, por obviedad. No todos los días tu mascota se convertirá en un humano solo porque salía en una supuesta caja la cual nunca leíste.

Jimin intentó sonreír, lo que terminó por ser una simple mueca incómoda.
El muchacho no lo había notado al parecer, pero había tocado un punto algo sensible para Jimin.

Kookie sabía que Jimin había sufrido mucho en la temporada de ruptura con YoonGi, pero no es como si Jimin le hubiese dicho cada detalle de su relación. Él no era tampoco un loco que hablaba con paredes, plantas o animales.

Jimin tomó su billetera de su habitación, la mano del muchacho y lo guió hasta las afueras del edificio.

La ingenuidad e inocencia del muchacho era algo adorable en todos sus sentidos.
El muchacho agitaba su mano mientras caminaba por las afueras del departamento, sin notar siquiera si pudieran estarle juzgando, sin notar que vivía en una sociedad tan conservadora.

Jimin se sentía extrañamente cómodo. La calidez de sus manos juntas era algo muy cómodo y bonito por lo menos para él.

Kookie sonreía mirando a todos lados, muy fascinado de todo lo que veía.
El conejo no solía salir todos los días del departamento, quizás unas tres o cinco veces por año nada más.

Jimin pensó que debería haber sido muy frustrante para él como conejo pasársela entre esas aburridas cuatro paredes.

De momento, agradecía no haberse pasado del límite cuando estaba con YoonGi en su departamento...

¡El conejo había visto todo!

¿Les habrá visto besándose alguna vez?

Por supuesto que si. Su primer beso fue en el sofá de su departamento con el conejo en el regazo.

Jimin sintió sus mejillas acaloradas, y retiró su mano de la de Kookie para pasar estas por su rostro algo nervioso.

Kookie le observó extrañado.

-¿Sucedió algo? Nuestras manos estaban bien unidas. -Kookie observó con más atención el rostro de Jimin, y se percató de su repentino calor- ¿Por qué pareces una fresa? Te ves bonito así. -Kookie sonrió ampliamente.

Jimin se sintió sonrojarse más.

Le parecía ciertamente divertido que el muchacho fuese tan tierno y risueño, considerando que cuando estaba sobre él, en su cama, con una repentina erección, lo último que le parecía, era alguien tierno.

Jimin sonrió y cubrió su rostro avergonzado.

-N-no es nada. Es que... ¡Eh! Ahí está la cafetería. -Tomó la mano del muchacho otra vez, y aceleró el paso a la cafetería algo nervioso- Ven, vamos Kookie.

Conejito [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora