Prólogo

1 0 0
                                    


Me levanto y trato de hacer el menor ruido posible. Guardo lo necesario en mi mochila y agarro toda la plata que estuve ahorrando estos meses. Salgo lo más rápido y silenciosamente que puedo de, a partir de ahora, mi antigua casa.

Llevo meses tratando de irme de este lugar al que años atrás podia llamar hogar, pero que lamentablemente ya no era así.

Todo cambia, nada es permanente en esta vida. Nadie te afirma que todo va a estar bien siempre. Nadie te confirma que la felicidad va a ser permanente en tu vida. Nadie te asegura que va a estar siempre a tu lado, porque si bien algunas veces las personas se alejan por decisión propia, otras veces es el mismo destino quien las obliga a irse. Sea cual sea el motivo por el cuál las personas se van de nuestra vida nos duele. Aunque sea un poco nos duele no ser lo suficiente como para que una persona elija quedarse con nosotros o no ser lo suficientemente buenos como para darnos cuenta que algo no está bien.

Duele.

Duele sentirse inservibles.

Duele que todos te miren y te señalen como el culpable de algo que no querias que pase.

Duele que te hechen la culpa de algo que ni ellos hubieran notado.

Pero lo que mas duele es el tiempo posterior a perder a una persona.

Duele.

Estrellas fugaces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora