Aquella habitación de un blanco antiséptico, presenciaba la tensión a consecuencia de la espera, tal que, solamente hacía efecto en su estado psicológico pero bien pareciera que también en el físico, esto debido a las notables ojeras, siendo acompañantes de las marcas que el tiempo ha dejado a su paso, firmando su rostro, dándonos un poema acerca de la vida que ha decidido llevar, (o que quizás esta ha decidido darle sin consulta algúna) dando como predecible resultado la apariencia de alguien de aproximadamente cuarenta y cinco años. Siendo así que aquel infame misterio fue sacado a relucir, cuando el doctor que sufría de alopecia, portador de una cara indudablemente promedio, la cual mostraba la liberación de la faceta sería que llevaba desde que se le pudo ver; con la ayuda de un suspiro, y la mano acariciando el puente de su nariz, por fin dijo:
-Bien... Los resultados arrojaron que usted está en fase terminal. Lo siento.En ese precisó momento él receptor de tal noticia, sintió como el el aire le faltase; su pequeño mundo, ese conjunto de moléculas, de todo y nada... Estaba por esfumarse sin dejar rastro alguno de su existencia no mucho tiempo después. Aún así lucho exarcerbadamente por controlar aquellos pensamientos y sentimientos, no tenía ganas de exponerse frente a un total desconocido, este finalmente sedio los estudios.
Posteriormente se retiró de la institución destinado a la atención de enfermos como el.
Entonces se dirigió a su apacible morada, la cual era un departamento regular pero cómodo, habiendo abierto su puerta, decidió sentarse en el sillón de la sala, esta, relativamente vacía, al contrario de su enredada mente, su existencia pese a ser algo anodino, era suya; la desesperación lo estaba consumiendo, llevándolo hacia sus fauses, donde ni una sola partícula de luz puede traspasar, enajenado su persona. No sabia que esperar, no sabía que hacer y realmente no podía realizar una transmutación sustancial. Se lo repetiría una y otra vez, durante un gran intervalo de tiempo, hasta caer rendido al indescifrable mundo onírico.
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Delusion
Non-FictionInstintivamente los seres humanos somos curiosos, pero no siempre basta para adueñarse de la verdad. Especialmente cuando la desesperación te lápida hasta lo más esencial.