Capítulo Único

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La panadería Dupain-Cheng se llenaba de actividades durante fechas especiales, y las Pascuas no podría ser la excepción.

Los señores Dupain-Cheng, junto a su hija, se encargaban de preparar los famosos "huevos de Pascuas" para la ocasión.

Batiendo, moldeando, decorando, atendiendo clientes. Era un total bullicio. Cada cuando se turnaban para equilibrar la labor.

-Oye, madre ¿Podría preparar huevos especiales para mis amigos?- interrogó la azabache mientras decoraba un huevo de chocolate.

-Claro, hija- respondió la mayor asintiendo con una sonrisa.

-¡Gracias!- exclamó sonriente. Se dirigió hacia otra mesa que quedaba de espaldas a sus padres. Tomó una charola y se predispuso a añadir los ingredientes. -Veamos: chocolate, listo; leche, listo...- decía mientras señalaba con el índice cada cosa que mencionaba.

Comenzó a batir, mezclando de esa forma los ingredientes, mientras tarareaba alguna que otra canción alegre.

Una vez lista la masa, comenzó a moldearlos, dándole forma de pequeños huevos, diferentes a los demás en tamaño.

-¡Se ve bien!- exclamó Tikki asomándose.

-Shhh- la escondió -Mis padres te pueden ver.

-¿Está todo bien, Marinette?- interrogó Tom viendo a su primogénita.

-Ehm... sí, papá. Todo está bien- giró la cabeza para regalarle una sonrisa.

Volvió a su trabajo, mientras Tikki, quien se hallaba escondida, seguía con la vista lo que hacía su portadora.

Preparó unos veinte y tras colocarlos en una bandeja, se dispuso a meterlos en el horno durante unos minutos.

Mientras esperaba que se cocieran, fue a atender en el mostrador, permitiéndoles a sus padres elaborar las masas con mayor tranquilidad.

Un pitido proveniente del horno, le avisó que los alimentos estaban listos. Tras atender al último cliente, fue hasta el electrodoméstico, del cual retiró la bandeja, no sin antes tomar unas manoplas para evitar alguna quemadura.

La depositó sobre la mesa. Aún no estaban listos. Aún le faltaba el toque Marinette.

Con entusiasmo y una vez menos calientes los dulces, se dispuso a decorarlas con cremas y chispas de colores.

Tikki, con su pequeña manita, comenzó a contarlos.

-¿Veinte? ¿Para quién son todos estos, Marinette?- interrogó en voz baja para que solo su portadora la escuchase.

Rio bajo -No son "para quién" sino "para quiénes"- corrigió -Son para cuatro personas, cinco para cada uno.

Tikki comenzó a contar mentalmente mientras movía su manita como enumerando, mas no contaba con dedos.

-Si son para tus amigos, pues estoy segura de que será para Alya, Nino y obviamente cierto rubio- dijo burlona sonrojando a la ojiazul. -¿Pero los cinco restantes?

-Para Chat- dijo con simpleza mientras sonreía.

-¿Para Chat?- preguntó incrédula.

-Sí. Chat también es mi amigo ¿No?- dijo concentrada en su decoración.

Le llevó un par de horas terminar con aquello. Satisfecha con su trabajo, sonrió ampliamente.

-Listo.

-Wow, Marinette, sabía que tenías vasta creatividad- dijo la kwami dulcemente.

-Ahora solo debo empaquetarlos..- fue a un armario de cocina por unas bolsitas transparentes, compradas especialmente para ese propósito.

Miraculous: Especial Pascuas [one-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora