Prólogo

30 0 0
                                    

El joven observaba atentamente la escena frente a sus ojos:

Sangre;

Era lo único que podía divisar en ese momento, aquel espeso líquido rojo cubría el piso bajo sus pies y algunas partes de la pared haciendo que su cara se deformase automáticamente en una mueca, no era la primera vez que presenciaba una escena de ese estilo, pero aún así su corazón se aceleró hasta el punto en el que podía escuchar sus propios latidos retumbando en su cabeza; con manos temblorosas sacó el teléfono móvil de su bolsillo, debía informarle a NamJoon.

Al desbloquear el celular se encontró con la aplicación de "contactos" previamente abierta, presionó el número de su amigo para llevar el aparato a su oreja: tras varios tonos sólo recibió de respuesta aquella molesta voz de mujer "El número con el que usted intenta contactar no está disponible o se encuentra fuera de línea ."

Tras soltar varias maldiciones en forma de susurro volvió a guardar el móvil, pensó que lo mejor que podía hacer en ese momento era salir de ahí, el olor metálico de la sangre lo estaba haciendo sentir ahogado.

Estuvo a punto de abrir la puerta cuando de repente un viento sopló violentamente haciendo que las desgastadas cortinas se sacudieran y dejando entrar la leve luz de la calle a la habitación, logrando así aclarar un poco el panorama.

Y lo vió;

Vio a aquel hombre que había conocido desde pequeño, este se encontraba tirado en el suelo, malherido y sin moverse.

Él, anteriormente, se había negado a ver quién era la persona que se estaba desangrando en el piso, ya que supuso que no se trataría de nadie que le interese, pero al ver al señor Shin todas las alarmas en su cabeza comenzaron a sonar nuevamente.

—Se-señor... — Antes de si quiera poder pronunciar bien la oración completa las sirenas de policía lo interrumpieron. El chico saltó en su lugar para luego sostener su peso contra uno de los muebles del departamento.

Ahora sí que estaba jodido.

No supo cómo reaccionar, así que se quedó ahí, estático junto al hombre inconsciente o tal vez muerto mientras escuchaba los gritos de la policía exigiendo que abra la puerta.

No duró mucho tiempo en ese estado, ya que alguien lo había tomado por el hombro, sacudiéndolo bruscamente, esto pareció hacerlo volver a la realidad, encontrándose sorpresivamente con su viejo amigo

— ¿Q-qué...?

— Mierda, YoonGi, si no quieres terminar en la cárcel de nuevo es mejor que te vayas.

Sin importar la fuerza con la que el menor intentaba arrastrarlo hacia la ventana el confundido peliverde se tomó el tiempo de analizar el rostro del chico frente a él: no se parecía nada a quien una vez fue su mejor amigo, su piel anteriormente morena estaba pálida cual papel, su cabello siempre bien cuidado ahora estaba un poco más largo y desordenado, sus ojos parecían completamente vacíos, sin ninguna emoción, y su cuerpo ahora extremadamente delgado estaba bañado en sangre. Intentó decir otra cosa, formular alguna palabra, preguntarle si se encontraba bien pero fue interrumpido por otro ruido: esta vez eran frenéticos golpes en la puerta, los policías estaban intentando forzarla.

— ¡Corre!

Dead leaves 🍁Suga; BTS🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora