Cuando Emma llegó al orfanato, observó que era muy lindo y lujoso, pero que todas las niñas tenían la misma ropa, las mismas habitaciones y las mismas camas, no habían diferencias, todas eran tratadas por igual y a ellas mismas les tocaba hacer los deberes, algo que ella nunca había hecho.
Margaret le dió su ropa y la llevó a su habitación
Ella estaba totalmente desubicada, y pensaba que era la peor pesadilla.

Accidentalmente felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora