One Shot. (Solo un capítulo)

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-A veces quisiera que Bills me viera con otros ojos. –comento molesto y a la vez triste mientras miraba su reflejo en la taza de té llena.

Se había reunido con su íntimo amigo Zamasu, como todas las tardes lo hacía, quien sentado y con la pierna cruzada, lo escuchaba atento.

-Sabes, tengo... -se acerca a él, hablando en voz baja- algo que podría ayudarte, rebuscando en la cocina de Gowasu me encontré una botella de licor, muy muy fuerte... -lo mira a los ojos serio- sí, si la probé antes pero no conmigo –se despega de él y sonríe victorioso- la use con Black, solo unas cuantas gotas fueron suficientes para que se pusiera cariñoso conmigo. –Suspira recordando el suceso- así que creo que podría servir con tu gato. –Le guiña el ojo-

-¿Pero eso no está mal? –le pregunta confundido.

-Claro que no, es algo que vale la pena, al día siguiente Black no recordó nada. –Se cruza de brazos- esa es mi solución... a menos que en realidad no desees tanto estar con él, Shin. –Lo mira de reojo-

-¡Sí, sí quiero! –Se sobresaltó- usare ese líquido.

-Mézclalo con algún postre –con la botella ya en la mano- ¡pero no te lo comas tú! –Le entrega la botella- y la dosis... -se toca la barbilla- ponle la mitad, Bills es más resistente que Black supongo.

-Muchas gracias, Zamasu. –Mira la brillante botella.- No sé qué haría sin ti.

-Para eso están los amigos, ahora ve, diviértete y luego me cuentas como te fue. –sonríe pícaro.

Se va del universo vecino y regresa a su planeta, usando sus mejores dotes culinarios prepara un pastel/torta pequeño pero llamativo, bien decorado, y claro, con el alcohol que Zamasu le regalo, el postre se veía esplendido, Bills no dudaría ni un segundo en devorarlo todo y luego en devora a quien lo preparo, todo marcharía bien. Llego al planeta de Bills, toco la gran puerta de la casa árbol, el gato abrió la puerta y bajo su mirada contemplando a quien lo había importunado en su noche de pereza.

-Hola Bills -sostenía el postre envuelto en una bonita cajita roja- había viajado a un planeta que quedaba cerca de aquí y los habitantes me entregaron este magnífico postre que apuesto nunca has probado en tu vida y pensé en compartirlo contigo porque sé que a ti te encantan estas cosas. –sonrió.

-Oh vaya. –una sonrisa se dibuja en su rostro al escucharlo hablar de comida- que considerado eres supremo kaio –se hace a un lado- pero entra, entra, los postres son para desgastarse de inmediato.

-Con permiso. –entra a su hogar y cierra la puerta detrás de sí.

Se sientan en el comedor, Bills no puede esperar más y saca el pastel, tirando la caja al piso, con los platos y los cubiertos listos coloca una rebanada. Le da un primer bocado, pasando la lengua por sus labios.

-Realmente exquisito. –Sonrió mirando al cielo y luego fijo sus ojos en el plato vacío del kaio.- ¿qué tú no piensas comer?

-No, no, yo ya me comí como dos enteros haya en el planeta. –contesto con una sonrisa nerviosa.

-Entonces no habrá problema porque me coma todo el pastel. –su cara de felicidad todavía no se desvanecía, realmente amaba la comida.

-No claro que no, es todo suyo. –rio.

-¡Perfecto! –rio y paso otra vez la cuchara.

Siguió comiendo hasta que del pastel no quedaba ni migajas, las horas se fueron volando en ese transcurso.

Devórame. (Bills x Shin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora