El infierno por fin había acabado, los libros de literatura, los deberes y los malditos apuntes sobre el barroco ya eran historia. El verano había llegado, y ya podía dejar de envidiar a las personas que habían aprobado. Se había acabado el mirar como el resto disfrutaba, mientras él solo podía hacer que mirarles por su ventanal, lo bueno estaba por llegar.
- "You're giving me a million reasons, about a million reasons...." - Empezó a sonar el móvil de Raoul.
- Hola Miriam. - Dijo el chico. - ¿Sabes que existe WhatsApp y que no hace falta que me llames? Pregunto. - Bromeó.
- Eeella simpática, yo te llamo si quiero. - Rieron ambos. - Esta noche nos vemos en el "Hi hels smothy", tenemos que celebrar que los dos nos hemos sacado la maldita literatura de encima, Thalía también vendrá que ha aprobado mates, así que no acepto un no por respuesta, chao. - Dijo entusiasmada.
- ¡Se llama "High heels smoothies"! Idiomas, querida. - Dijo después de que su amiga le colgase. - Pero si no me ha dicho la hora, esta mujer siempre está en su mundo. - Murmuró Raoul con el teléfono aun en la oreja. - Luego le mando un WhatsApp - Pensó.
La tarde ya había pasado, y era momento de empezar a arreglarse, no era plan que su primera salida de vacaciones le pillase en chándal y con su flagrante tupé rubio sin peinar. Pasó largo tiempo husmeando entre su ordenado armario, el tenerlo todo clasificado por colores no necesariamente ayudaba a escoger el outfit perfecto. Hora y media después salió pitando de su casa para no llegar tarde, Miriam era siempre muy exigente con la puntualidad.
Ya llegaba a su destino con sus pitillos negros, su camiseta negra preferida, sus botas altas negras y la bomber granate que recientemente le había regalado Álvaro, su hermano.
En la puerta del local ya estaban sus dos mejores amigas esperándole.
- ¡Raouuuuul! - Gritó Thalía mientras se abalanzaba a abrazarle.
- Qué guapa, amiga. - Dijo Raoul admirando el vestido de la chica. - Tú como siempre, hecha un cuadro. - Le echó una mirada asesina a Miriam.
- Venga, déjate de halagos y vamos para adentro que quiero mi batido de "donus".
Entraron en el local y saludaron a la camarera antes de coger sitio. Se sentaron en una mesa redonda en frente de la cristalera que separaba la terraza del interior.
- ¿Cómo va niños? - Preguntó la camarera con un tono jaranero.
- Pues aquí estamos Mire, celebrando que hemos pasado de curso limpios. - Miriam levanto la mano para chocarla con sus compañeros.
- Pues mu bien chiquillos, ¡y yo que me alegro! ¿qué os pongo?
- Yo mi batido de "donus". - Pidió Miriam.
- ¡Ay! Yo también. - Exclamó Thalía.
- A mí un chocolate special smoothie.
- Si se te diese tan bien estudiar como fardar de idiomas otro gallo cantaría amiga. Yo del Hello my name is Miriam no paso.
- ¿Podéis comportaros delante de Mireya? - Espetó Thalía. - Perdónales preciosa. - Miriam le puso ojitos a Thalía con una sonrisa picarona. - ¿Qué me miras? - Dijo ruborizada.
- Dos de donuts y el chocolate especial, pa' allá que vamos. - Mireya desapareció por la puerta de la cocina.
Cuando llevaban ya un buen rato tomándose el batido y charlando de temas más bien poco interesantes, Raoul se percató de que el Yatekomo del medio día no le estaba cayendo bien al estómago, así pues decidió acercarse al baño a ver que sucedía. Les dijo a sus amigas que se estaba haciendo pis y se dirigió rápido hacia el cuarto de baño. Una vez en la puerta, chocó contra algo que se interpuso en su camino.
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Promesas Vacías
FanfictionLa infancia es una época llena de ilusión y de amistad, pero esta pasa y empieza la adolescencia. ¿Como puede llegar a marcar en la vida una amistad de la infancia? De pequeños nos creemos que las promesas serán para siempre, pero... ¿Realmente lo...