00

780 65 20
                                    




PRÓLOGO.

Lunes 5 de Julio del 1993.
Tilden Avenue, Brooklyn, New York, Estados Unidos.
4:28 am.

Otra vez estoy aquí, desobedeciendo a las órdenes de mi madre. Me dijo que llegara antes de las 2:00 am, pero aquí estoy. Un poco pasado de copas, bailando junto a dos apretados vestidos rojos. ¿Mis amigos? Desaparecieron entre el mar de gente, y al parecer, no los volveré a ver hasta el día siguiente.

El pub estaba repleto. Las azules paredes no se veían por la cantidad de personas apoyadas en estas. Las transparentes ventanas estaban cubiertas por unas negras cortinas y solo las luces de colores que chocaban con la bola disco que colgaba sobre nuestras cabezas, iluminaban la habitación.

¿Qué hago aquí? Celebrado el cuatro de Julio en el pub más popular de la ciudad. Realmente amo estas fiestas. A nadie le importa quién seas, solo quieren bailar, divertirse y tomar algunos tragos.

—¡Ten más cuidado! —le grité al moreno chico que me había chocado por la espalda, provocando que la cerveza que tenía en mi mano derecha, chorreara un poco.

—No me vengas a decir que tenga cuidado, tu estorbabas —giró su cabeza para recién ver mi expresión de enojo. Su tono de voz comenzó a bajar. —mi camino.

—¿Ah sí? —pregunté encarnando una ceja.

—¿Eres Noah? —su pregunta sonó un tanto burlona al decir mi nombre.

—Sí —toqué mi negro cabello—, ¿porqué?

—¿Noah Brown? —asentí— ¿Aún así lo preguntas?

—Por favor, no soy tan malo.

—Ajá —dijo en tono sarcástico—. Puedes decirle eso a tu madre, pero yo no me la creo.

—¿Y tú quién eres?

Él rió y se bajó un poco el cuello de la musculosa dejando ver su tatuaje.

Abrí los ojos sorprendido al ver ese símbolo. Un triángulo arriba negro y rojo oscuro. Dividido por una línea oblicua con ondulaciones y en la parte negra, una gran "L" del color de su piel.

Subí mis ojos hasta encontrarme con los suyos; cafés casi transparentes, que no lograban esconder lo que pensaba. La había visto antes, esa mirada llena de odio.

—¿Te conozco?

—Sí —sacó una foto en donde aparecía un sonriente moreno de ojos café, con un solo un short de baño, lo que dejaba su pecho al descubierto y con ello, el mismo tatuaje de el chico que sostenía la fotografía, pero la L era remplazada por una R—, ¿lo recuerdas?

—Sí —vacilé un poco.

—Sabes, yo no había estado metido en esto de las pandillas, sabía que era peligroso, que podría perder la vida. Mi hermano —sonrió mirando el techo— era parte de los Roffers. Siempre le dije que se saliera, pero él no podía. Tu debes saberlo; una vez que entras, nunca sales. Él me contó de ti.

—Oye no empieces. —dije fastidiado moviendo mis manos.

—Él me dijo que tú eras el peor de todos —siguió—. Juró matarte, por haberte acostado con su novia. Estaba muy enojado, ella lo era todo para él. Recuerdo que salió de casa ese cinco de Julio luego de una fiesta. Yo fui tras él, como un espía. Lo vi llegar a un callejón y de ahí no salió en un rato, pero al salir, llevaba consigo una pequeña pistola con silenciador. Él sonreía mirándola.

—¿Porqué sigues hablando, rata? —por primera vez desde que empezó a hablar bajó la mirada hacia mí.

—Él guardó el arma en su chaqueta y corrió hacia el norte —continuó mirándome con los ojos irradiando odio—. Unas cuadras más allá, 2942 Tilden Avenue. Había llegado a tu departamento. Él entró, yo lo seguí. Subió las escaleras sin prisa. Lo tenía todo calculado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 04, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

In The Shadows © » resubiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora