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Decadencia

ShinsouXMonoma

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La luz le apunta en un cuarto oscuro. Sus pupilas permanecen quietas y su rostro no revela nada en concreto, solo una mueca que transmite el disgusto por encontrarse en esa habitación y todo el discurso que tiene que exponer ante su peor enemigo: El mismo.

Shinsou suspira, juega con sus dedos y decide hablar. Su voz rebota en las paredes.

—Probablemente todo empezó después del festival deportivo de primer año—Susurra, luego niega sus propias palabras con la cabeza —No, no fue ahí. El amor surgió en la biblioteca, en los paseos nocturnos, a la hora del almuerzo. En cada sonrisa. —Shinsou lleva sus manos a su pecho, los latidos de su corazón se disparan. —Es incierto, lo único que puedo asegurar es que este sentimiento no se puede detener.

—¿Qué hay de la Clase B?

—Todo va de maravilla

—¿Lo está?

—Lo está. Pronto me convertiré en héroe.

Sus ojos se clavan en el piso, la luz que lo enfoca comienza a parpadear y todo se vuelve negro. Lo último que escucha es su propia voz susurrando:

—Has escogido el peor camino

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La alarma suena y Shinsou se levanta de golpe. Lleva su mano a su cabeza y siente el sudor recorrer su rostro, barbilla y cuello. Ha tenido de nuevo la pesadilla, aquella que le restregaba una y otra vez que ha firmado su sentencia de muerte y probablemente sea así, pero no puede (ni quiere) hacer nada para que eso pare. No está en sus manos y es algo que nadie logra comprender.

Se levanta sin mucho ánimo, se ducha, cambia y desayuna como cada mañana. Su misma rutina desde que fue transferido a la clase B de héroes de AU. Y no es que alguien cuestione cuanta mantequilla de maní le pone a su pan tostado o cuánto se tarde en la ducha, el problema es que Shinsou lo hace inconscientemente y cuando alguien se lo hace notar, solo alza los hombros y niega. La sonrisa vacía de secundaria vuelve a sus labios y afirma que no está pasando nada, que todo se encuentra de maravilla y que como siempre, todos están exagerando.

Kendou se preocupa de más, Tetsu le mira con desaprobación e incluso Iida, Todoroki y Uraraka parecen no creerle ni una palabra.

Y Shinsou piensa que no les queda otra opción más que creerle y creerse a sí mismo.

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A la hora del almuerzo, la plática de todos los días regresa para taladrar su cabeza.

—Promete que te cuidaras. Tú y Bakugou no parecen los mismos desde ese día — Alude Uraraka preocupada. Shinsou trata de ignorar sus palabras, pero la castaña parece seguir insistiendo en el tema y justo cuando está a punto de volver a hablar, la voz de Monoma llega cómo liberación al el mar de preguntas que la castaña y los demás quieren realizar.

—¿Puedes ayudarme con álgebra? —. Shinsou alza la ceja y asiente antes de volver a meter un poco de arroz a su boca.

—A las 6, donde siempre—Afirma el de cabello indigo. Monoma no dice nada más y se retira de la mesa. Shinsou sabe que aunque ahora la mayoría de las clases sean muy unidas, para el rubio nada ha cambiado, como tampoco su desprecio ante los alumnos del grupo A y la verdsd él no tiene problema con eso. No por ahora.

Decadencia.Where stories live. Discover now