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*Advertencia de spoiler de la cuarta temporada de supernatural al final del segundo parrafo, por si acaso (?)

*Advertencia de spoiler de la cuarta temporada de supernatural al final del segundo parrafo, por si acaso (?)

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Sí, estaba frito. Igual que un pollo del KFC, frito.

En su mente parecía una mejor idea, solo debían conseguir que Iwa-chan se mantuviera quieto durante un rato y al final acabaría cediendo, como siempre pasaba y siempre pasaría. Pero maldita sea el momento en que prefirió terminar la cuarta temporada de supernatural antes que poner la bendita alarma, cosa que tampoco le haría mucha gracia a su compañero porque se suponía que la terminarían juntos, pero Oikawa simplemente necesitaba saber que iba a pasar con Sam ahora que Lucifer estaba dentro de el.

Retomando el tema principal, resultaba que la jodida grúa tardaría un día en llegar porque el negocio de estas estaba en su máximo apogeo y no podían mandar una hasta después de las ocho, que era lo hora en que cerraban, así que ahora siete personas tendrían que dormir en la camioneta de Iwa-chan hasta que la grúa viniera. Maldita su suerte.

Tenia los nervios de punta porque lo peor del caso era que Iwaizumi estaba demasiado tranquilo, como la calma antes de la tempestad. Oikawa preferiría que llegara a propinarle un buen golpe en vez de aterrarlo con su indiferencia, y honestamente ya no sabia si se había rendido completamente con él después de años de aguantarlo o sólo lo estaba haciendo para torturarlo psicológicamente.

Y justamente ahora a  Yahaba se le había ocurrido ir a revisar si había algún lugar cerca para pasar la noche, llevándose a Kyoutani consigo, así que tuvo que quedarse sólo con Iwa-chan ya que Makki y Matsunn andaban perdidos por ahí.

– Tontokawa – Escuchó llamarle a su amigo, estremeciéndolo de pies a cabeza.

– ¿Qué pasa, Iwa-chan? Has estado muy callado, pensé que ya se te había reventado la úlcera o algo así.

– No, mi úlcera está bien. Te ha aguantado desde hace años y no se reventará ahora.

– ¿Entonces que te pasa? – preguntó, intentando no sonar demasiado exasperado – no es que esté asustado, pero has estado prolongando mucho tu intento de asesinato y quisiera que lo hicieras de una vez o sólo me digas que es lo que planeas porque la incertidumbre me está matando, Iwa-chan, y fruncir demasiado el ceño produce arrugas.

Como si hubiese activado algo en el más bajo, Iwaizumi se giro casi que roboticamemente y caminó hacia él para quedarse observandolo directamente a los ojos con una expresión indescifrable en el rostro, pero que intimidaba a Oikawa a pesar de ser centímetros más alto que el rematador. Unos segundos transcurrieron y Tooru estaba casi seguro de haber memorizado el tono de verde que tenían los ojos de Iwaizumi cuando éste alzó la mano y lo golpeó en la cabeza, aunque había sido considerablemente más amable de lo que se imaginó que sería. No dolió, ni un poco. Como un golpe dado después de rendirse.

– Pues sí, Oikawa. Eres un maldito idiota – Lo miró severamente – ¿Sabes que? Ni siquiera me importa que me hayas arrastrado en contra de mi voluntad hasta aquí para quedar varados en medio de la nada, has tenido peores ideas a la mitad de la noche porque creías que está vez de verdad los aliens te estaban dando el ultimo llamado para ser su rey.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2020 ⏰

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