La noticia

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-¿Por qué lo hiciste?- La observaba enojado.

-Era mi obligación- Dijo tan calmada, como si la hubieran contratado para asesinarla.

-¿Qué te pasa? Actúas como una demente... ¿Cómo fuiste capaz?- Se levanto de la silla golpeando la mesa con fuerza.

-Entiende que si nos dices, nos ayudaras y te ayudaras- La miró fijamente y con lastima. Tan joven y ya iba a entrar a la cárcel, ya no sabía que creer.

-Lo único que diré es que soy inocente, ella y su caja lo sabe- Bajó su cabeza y la metió entre su pecho como una niña chiquita.

-Sáquenla de aquí, o terminaré igual que ella- Dijo apoyándose sobre la mesa.

¿De qué caja hablará? solo rondaba eso por su cabeza, sabia que ella nunca le diría la razón por la que asesinó a Emily Sams...

6 meses antes...

-¡Hey Emily!- Dije muy alegre.

-Hola mi loquilla- Dijo riendo.

-Oye... ¿Te sientes bien? Te ves demasiado pálida y mareada- Dije tocándole su suave mejilla pálida con mis dedos largos y claros.

-Estoy bien... Vamos, no quiero llegar tarde el primer día de clases, no más imagínate- Dijo caminando rápido.

-Claro, yo ya estaría en el colegio si me hubieras avisado que te levantaste tarde, pensé que me habías dejado en casa- dije mirando hacia el frente.

-Ya sé, perdón solo me quede dormida porque estaba muy cansada...-

- Bueno, el punto es que me alcanzaste, ya estamos las dos, no hay de qué preocuparnos-

-Si, hay algo, faltan 5 minutos para llegar al colegio y solo me estas distrayendo-

-Ay pendón- Torcí mis ojos y me adelanté, ella nunca deja de pelear.

Me encontraba en mi salón un poco distraída, cuando escuché mi apellido -Sams te necesitan afuera- salí del salón y giré hacia mi derecha, vi a la mejor amiga de Emily sentada observando el piso con las manos al lado y lado de su cabeza, se veía preocupada -¿Estefany... Qué haces aquí?- Estefany se levantó de la silla y temblando se acerco a mi, echó su cabello negro para atrás y con voz temblorosa me dijo -Estábamos en clase y... Emily se desmayó y está en el hospital, pero no la pude acompañar, iré a la salida lo juro...- La tomé de los hombros y la mire fijamente a sus hermosos ojos verdes -Cálmate, de seguro esta mañana no desayunó y pues se le bajo el azúcar o algo, no te asustes- Ella tomó aire y camino al frente de la ventana -Ok, entonces después de ir a almorzar a mi casa iré directamente al hospital- La seguí con la mirada al paso de que caminaba y con una pequeña sonrisa le dije -Bien- Se despidió y continué con mis clases, cuando salimos de clase, me fui directamente al hospital, llegue y vi a mamá llorando, sus ojos azules estaban ahogados en lágrimas, su piel estaba roja, su cabello caía delicadamente sobre sus hombros y se mojaba por sus lágrimas.

-Mamá, ¿Qué pasó... Cómo esta Emily?-

-No está bien, háblale y trata de animarla, no puedo hacerlo yo, solo mírame, le haría sentir peor-

-Claro...- La miré extrañada y confundida, entré a la habitación y la vi, su habitación era muy brillante y estaba muy ordenada, ella estaba acostada el la camilla, tenía inyectadas varias agujas, llevaba menos de 5 horas y ya casi la tenían hospitalizada, se veía tan mal, pero aun no sabia lo que tenía, como para que estuviese así. Cerré la puerta con delicadeza y me acerque, ella miraba hacia la ventana, era muy grande ocupaba toda una pared del hospital, hice un poco de ruido al sentarme en una silla que estaba por ahí, ella giró su cabeza, me miró con sus ojos azules que le sacó a mamá, bien abiertos, como si estuviese asustada - Hola hermanita ¿Cómo estas?- Ella giró su cabeza de nuevo hacia la ventana dándome la espalda -¿Aun preguntas?- Dijo con voz temblorosa, se nota que había llorado -Nadie me ha querido decir qué es lo que tienes...- Escuché que sollozaba -Tengo... Leucemia...- Sentí como un baldado de agua fría, abrí los ojos y la boca impactada,quería salir de allí, pero si lo hacia ella se sentiría peor.

-Pero... Hay que darle una buena cara al mal tiempo...- Giró todo su cuerpo bruscamente y gritando me dijo -¡Ay Sophie! No te hagas la positiva ni la inocente, sabes que esto es mucho peor de lo que te imaginabas, tienes miedo de que me valla pronto, temes por mamá porque no sabes cómo va a conseguir toda esa cantidad de dinero que le están pidiendo y para nada si igualmente no me salvaran... Temes por saber la forma en que moriré, si será doloroso, si ni siquiera lo sentiré...- Lo último lo dijo muy suave, enojada y con miedo le respondí -¡No morirás! Ya cállate- Salí de la habitación tapándome los oídos, me senté en una silla, puse mis codos sobre las piernas y me tapé los ojos. Después de un rato vinieron muchas personas, primero entró Jayson, el mejor amigo de Emily, salió, se despidió, luego Michael, el novio de Emily, hizo lo mismo, llegó Norma, Ximena, Lizeth y Mateo, enemigos de Emily, eso si se me hizo demasiado extraño, ellos le han hecho tantas cosas a Emily, seguramente se van a disculpar, señorita rabia no puede dejar de pelear ni siquiera cuando esta así, tan sola, enferma y lastimada. Por último entró Estefany, me sonrió y entró, mamá se acercó a mi y me dijo -Hola Sophie, perdona, tuve que salir a trabajar para poder conseguir dinero...¿Hablaste con Emily?- Me paré y asentí con la cabeza -Mamá mejor me iré a casa, tengo cosas que hacer...- Pasé por el frente de la puerta y vi a Emily sonreír por la ventanilla.

Llegué a casa, entré a mi cuarto y me acosté a dormir. Así fue durante mucho tiempo, iba y venía, Emily cada día sufría más, le dolía todo, se quejaba mucho, le daban convulsiones, me daba lástima verla así...
Pasaron 5 meses y durante esos 5 meses solo veía eso, un día iba de paso para disculparme con Emily porque habíamos peleado otra vez, me informaron que habían envenenado a Emily, solo tuve una expresión seca, solté una lágrima y me retiré.

La caja de secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora