Hay un chico observando a Louis detenidamente.Louis se ha levantado en el mejor humor, en serio. Y el día es bueno para admirar, piensa. O para acabar supliendo a tu propia empleada y no, no está enfadado, lo jura. Incluso si en casa lo esperaba una maratón de películas que Netflix hizo el favor de recomendar, pero es lo que es, resuelve.
Ahora, está terminando de lustrar un lindo estante que se ha comprado en una venta de garaje, una buena inversión. El mueble le trae bonitos recuerdos porque tenía en mente iniciar su propio negocio y cuando observó el lindo estante sabía que sería una especie de objeto de la buena suerte. Y lo fue.
Los olores lo tienen mareado y ni siquiera lleva la mitad de la jornada, el fuerte olor a café, aperitivos, e incluso alcohol lo tienen de esa manera, claramente no es una buena mezcla teniendo en cuenta que se pierden con la esencia de betas, omegas y alfas que concurren ahí. Louis siempre ha sido tan desarrollado en el sentido del olfato que es imposible en su mayoría evitar que los olores lleguen a él. Siente que se asfixia cada vez más.
"¿Cuánto falta para el turno del almuerzo?"
"Eres el jefe, puedes irte cuando quieras, si a eso te refieres"
Kary, la chica que se encarga de hacer la mayoría de los pedidos lanza una sonrisa burlesca, Louis se recuerda mentalmente por qué ha contratado a la beta, porque tiene vagos recuerdos borrosos en su memoria, la felicidad al saber que estaba obteniendo ingresos podrían ser testigos de que hasta era capaz de contratar a un gato. Pero se alegra, es una beta agradable, quizás la razón por la que terminó contratada es porque cada dos meses la chica llega con nuevo look, extrovertida, le agrada.
Suspira.
"No, no puedo dejarte, sé que en una hora más personas saliendo del trabajo estarán arribando por estos rumbos"
"Tengo a Mike" señala al chico pelirrojo con pecas, quien es el encargado de llevar los pedidos hacia Kary.
"¿No fue Mike quien perdió cien dólares por coquetear con una beta?"
La chica asiente, distraídamente.
"Tal parece que no habrá almuerzo para mí" refunfuña.
Kary tiene una sonrisa totalmente aterradora, por qué demonios sonríe así se pregunta, opta por ignorar. Nunca había convivido con ella, puede que sea normal el comportamiento y su cerebro está maquinando en ese pensamiento que apenas percata el movimiento que la chica hace a lado de él, lo está golpeando, ¿Por qué rayos lo está golpeando?
"Eso duele, ¿Quieres parar?"
"Mesa ocho, un buen cappuccino"
Confundido, se la queda viendo. Ignorando el comentario cree que hace alusión a un pedido y espera que Mike venga por él.
"Voltea pedazo de mierda" le alza la voz, pegándole aún más fuerte y de acuerdo, la piel de Louis es muy sensible y esta chica va a dejarlo sin un brazo si sigue con esos toques.
"Sigo siendo tu jefe, ¿sabes?" Le comenta suavemente mientras atina a acariciar los lugares que podrían estar magullados ahora. Llámenlo exagerado, pero podría ser verdad.
"Cállate, hay un chico realmente lindo en la mesa ocho que no ha dejado de observarte" empieza "Y es alfa"
Suelta un bufido demasiado ruidoso al último comentario agregado, como si el hecho de que fuera alfa resultara siendo una llave mágica, realmente patético.
Así que, oh. Realmente hay un chico mirándolo detenidamente. Se encuentra encorvado en la mesa y sus piernas están cruzadas, una cabellera perfecta, castaño, con pequeños rulos a los lados, tiene facciones muy definidas y pulcras ¿Acaso es un Dios? Piensa, pareciera que todo en él está esculpido a la medida.
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Omega; Larry
FanfictionLouis es un chico con una visión diferente a la mayoría de su círculo social. Harto de la constante lucha de castas entre Alfa/ Beta/ Omega, tiene un reto enorme, Harry Styles.