Entre al lugar en donde pasaría muchas horas de mi vida, el sitio en el cual daría lugar el inicio de mi destrucción; el aula de clases, ridículo pero cierto.
Trate de elegir la mejor butaca, como todos suelen hacerlo al inicio de clases. Fracasé. Todas estaban ocupadas, ya tenían un nuevo dueño. Puse la mirada en todas y cada una de ellas, hasta que vi al final del aula una butaca pequeña y algo rota, no tenía opciones, era aquella banca descuidada o estar de pie durante las clases hasta que mi madre pudiera comprarme una costosa silla de madera, peor o igual a aquella butaca detereorada.
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Entrelazados🍂
Teen FictionRealmente quería que el fuera la excepción a todos mis fracasos amorosos, parecía una tarea bastante sencilla, hasta que comencé a perdonarle acciones de un completo idiota solo para que permaneciera a mi lado. Cada día me mataba por dentro un poco...