Su Mirada☆♡ KHALL/HEVIN ~fanfic~

Capitulo 10

Kevin con el corazón en la garganta toco el timbre de dicha casa, segundos mas tardes se abrió la puerta dejando ver a una mujer extremadamente hermosa, pero estaba algo agitada y su cabello un poco desordenado. Este solo ignoro el detalle.

-Buenas tardes-se inclino un poco al recordar la cultura coreana-¿esta es la casa de Hyun Joo?.

-Si cariño, ¿que necesitas?

Que agradable

-Y~yo soy compañero de salon en la escurla y hoy nos reuníamos aquí para hacer un trabajo...perdone las molest...

-Oh no no, claro que no es una molestia, ven pasa por aquí, el esta en el piso de arriba en la segunda puerta de la izquierda-los gestos de la mujer eran totalmente refinados y caminaba a la perfección con sus tacos altos, estos resonaban en la sala haciendo un eco algo incomodo-seguramente esta de mal humor , si lo conoces ya sabes como es el-rió ella- en fin cariño,sube y sientete como en casa.-esta le dedico una sonrisa digna de un comercial y desapareció dentre los pasillos.

Kevin se tomo un tiempo para mirar detenidamente el interior del hogar, y aunque lucia un poco mas simple por fuera, por dentro era extremadamente elegante. Incluso asfixiaba un poco al azabache con tanta afinidad, pero le resto importancia.
En el techo colgaba un gran candelabro de cristal y por todos lados había jarrones los cuales parecían costar una fortuna. La escalera tenia una varilla de madera y mientras iba subiendo por esta lentamente, se percato de los diversos cuadros colgados en la pared. Todos lucían felices, no solo Hwall sino que otro niño mas allí lo hacia. En el mismo retrato se podía identificar un hombre robusto y muy varonil junto a una mujer de piel muy clara y ojos felinos.

Entonces...¿quien era la mujer de antes?

¿Un pariente quizás?

El no quería preguntar pero tenia curiosidad. Ignoro dicha sensación y siguió subiendo los escalones.

El silencio en la casa era abrumador y la forma en la que sus zapatillas retumbaban por todo el lugar era escalofriante. Cualquiera se deprimiría en una casa como esa.

Siguió subiendo y siguiendo las indicaciones de la mujer. Tocó una vez y no abrió nadie, tocó otra vez y nadie, decidió abrir la puerta por mas maleducado que pareciera y paso silenciosamente. Las luces estaban apagadas, parecía que solo en aquella habitación reinaba la noche. Se acerco al pequeño bulto echo bolita en la cama, miro a su costado y pudo identificar una lampara de noche, la encendió y inmediatamente pudo ver con claridad quien era la persona acostada en la cama.

Se quedo embobado mirándolo, miro su habitación y a pesar del desorden seguía oliendo malditamente bien, olia a el.

Se acerco para mirarlo mejor y sus pestañas estaban mojadas, su nariz roja y su cabello desordenado.

El mayor inmediatamente supo que el había llorado, pero aun asi vio que se veía estúpidamente sexy. Tuvo un impulso de besar sus mejillas húmedas, lo quería, lo quería demasiado.

¿Y si lo hago?

No, no es buena idea

Pero el no se enterara, puedes hacerlo.

No, vine a hacer el informe, debo despertarlo.

Lo haces y luego lo despiertas.

Bueno, quizás pueda hacerlo.

Por primera ves sus dos subconscientes se pusieron de acuerdo, solo por el.

Se acerco sigilosamente, lo miro atentamente y se dio cuenta que lo deseaba, como hacia mucho tiempo que no deseaba a alguien.

Saco un mechón rebelde de su frente y acaricio su cabello, se acerco cada vez mas. En el momento que acerco su rostro a la mejilla del contrario, este se removió dando vuelta su cabeza y quedando a centímetros escasos de boca a boca, se podían mesclar perfectamente los alientos ajenos.