Felicidad

La misma rutina, la misma hora de llegada a casa, la misma comida horrible del supermercado, la misma cocina sin uso, la misma casa con nulas decoraciones, la misma alcoba fría.

Había estado llevando esa vida aburrida desde que consiguió aquél empleo en una buena empresa de telecomunicaciones y tuvo que cambiar de ciudad.

No había nada que realmente le hiciera ver el mundo de otra manera, nada excepto el chico del apartamento de enfrente.
Ese enano gruñón que siempre le reclamaba por dejar la basura desordenada, que solo le daba los buenos días por cortesía.
Había algo en él que cambiaba completamente su humor, que le hacía sonreír aunque fuera internamente.
Ese chico que trabajaba en un pequeño café local y parecía llevar una vida sin muchas complicaciones, ese chico que prefería usar las escaleras en lugar del elevador, ese chico que iluminaba cualquier lugar con una simple sonrisa.
De baja estatura, piel blanca como el algodón y rostro adornado magistralmente por varios lunares.
Sí, lo tenía completamente atrapado.

Siempre desayunaba en aquel café, solo para observarlo un poco más, le frustraba el hecho de no hablar mucho con él pese a que eran vecinos e interactuaban diariamente.
Pero tampoco podía pedir mucho sí él era quién nunca respondía cuando le decía algo.

Pero cuando vio a un chico acercarse a la barra y pedirle su número telefónico, se dio cuenta que alguien más tomaría cualquier oportunidad y se sintió preocupado, así que puso todo su esfuerzo para ser más agradable

con él.

Después de algunas semanas de sana convivencia, ya se hablaban con familiaridad.

- Buen día Hyunwoo, hoy vienes acompañado-

- Así es, él es Hoseok, un compañero de trabajo-

- Hola, mi nombre es Kihyun-

- Kihyun ... Me agrada tu nombre, es lindo - dijo Hoseok y algo dentro de Hyunwoo se revolvió

- Gracias-

El chico se dio media vuelta y continuó con su trabajo.

- Así que él es quién tiene enamorado a nuestro Shownu-

- Cállate -

- ¿Por qué? ... Es lindo y agradable también-

- No lo conoces, en realidad tiene muy mal carácter, aunque cuando está trabajando cambia mucho su forma de ser-

- Y eso te encanta ¿No? -

- De verdad, basta-

Hoseok se rio escandalosamente tras ver el sonrojo de su amigo.
Habían terminado de desayunar y justo cuando se disponían a marcharse su amigo fue quién hizo la primera jugada.

- Kihyun, sabes ... Hoy es el cumpleaños de Hyunwoo y habrá una pequeña reunión en su casa ¿Te gustaría ir? -

- ¿Hoy es tu cumpleaños? - pregunto el bajito totalmente sorprendido mirando directamente a quién tenía enfrente.

- Sí, anda, ve. Mi amigo es muy aburrido, tal vez contigo pueda conversar de algo más entretenido- se adelantó Hoseok

- Pero yo ... No lo sé -

- Anda ¿Quieres la dirección? -

- En realidad, somos vecinos- respondió Kihyun algo apenado

- Pues entonces eso es mejor, ahora no tienes escapatoria-

- Bueno ... Está bien-

Hoseok sonrió triunfante y fuera de aquél lugar, su amigo le enfrentó.

- ¿Por qué dijiste eso? No hay ninguna reunión de cumpleaños, es más, trabajaré un poco hasta tarde-

- Eso él no lo sabe- respondió guiñándole un ojo y Hyunwoo suspiró profundamente.