No te conocía, pero al verte, sabía que tú y yo éramos más que conocidos.
No podía sacarte de mi mente, pero tampoco sabía cómo acercarme a ti y decirte hola tan siquiera, éramos vecinos recientes, pero me encantaba verte todos los días salir y saludar a todos, me gustaba ese optimismo que yo no tenía.
Me enamoraba de ti sin conocerte.
De pronto, todo se desató en mi cuando ese día por fin notaste mi existencia.
Te acercaste a mí a saludarme y a preguntar lo que nadie había hecho jamás, :"estás bien?"; era obvio que no lo estaba, y solté en llanto como niño en frente de ti, que pena. Más grande fue mi sorpresa al sentir tu reacción, me tomaste en tus brazos y me regalaste un cálido abrazo en el cual sentí que mis problemas se desvanecían lentamente, mientras que con tu linda voz me decías que todo iba a estar bien, aunque no supieras nada.
Y nada te dije.
Respetaste mi silencio de la mejor manera posible, y te dignaste a seguir a mí lado, siendo amigos, jamás te conté nada, y aún así permaneciste conmigo; pasaba el tiempo y el amor hacia ti crecía cada vez más, pero sabía también que estaba haciendo mal.
- Deidara, llevamos tres meses conociéndonos, y siempre me pregunte, ¿Que te motivo a acercarte a mí ese día?
- ¿Cómo es posible que aún te acuerdes de eso?- preguntaste sorprendido-
- Llegaste en el momento exacto, dónde necesitaba apoyo, mágicamente apareciste en mi vida
- Itachi... ¿Porque me vienes a preguntar eso ahora? Me estás asustando
- No es nada malo, Dei, no te preocupes
- ¿Entonces?
- Te lo diré y me voy a jugar nuestra amistad...
- Habla...- dijiste con incógnita en la mirada-
- Lo mejor sería que te alejes de mi, puedo llegar a ser una persona corrosiva
- ¿De que vas?, ¿Porque me vienes a decir eso a estas alturas de nuestra amistad - te levantaste enfurecido-
- Tranquilo, amigo - que dolor llamarte asi -
- Pues dime entonces que te traes conmigo
- Pues...yo...desde que te vi...Quiero pensar que te diste cuenta, porque tomaste mi rostro entre tus delicadas manos y suavemente me besaste, me sorprendió un poco, más ambos cerramos los ojos y disfrutamos de aquel contacto, te separaste de mis labios despacio y abriste los ojos poco a poco...
No podía decirte la verdad.
Pero tampoco podía mentirte, ¡Que dilema!, lo único que quería en ese momento era tenerte mi vida entera a mí lado, no me contuve y, una vez más rompí en llanto y me tomaste entre tus brazos otra vez, tus brazos...el lugar más cálido y seguro del mundo, me abrazaste hasta quedarme dormido en ti.
Comenzamos una relación sin pensar en las consecuencias, mi dolor se olvidó entre tu amor, más no pensaba yo en el dolor que tú sentías, el momento llegaba...y te tenías que ir de mi lado.Todo terminaría pronto.
Llevamos más de tres meses en esta relación, pero jamás nos tocamos físicamente, o más allá de nuestros límites, pero parecía que tú sabías, y diste inicio a esta partida.
Esa noche, me invitaste a una cena, la cena más detallada que alguien pudiera tener, con un linda y suave música de fondo, a la luz de las velas y la luna, con una botella de champagne, todo era perfecto, estaba más que seguro que te amaba.
Terminando de los aperitivos, nos quedamos un poco más a platicar, tomando ese elixir de dioses, hubo un momento en que sonó una melodía perfecta, y te invite a bailarla conmigo, nos salimos a la terraza, subiste el volumen, y a la luz de la luna bailamos ese vals, te miraba fijo, eras un angel, tu cabello rubio, tus ojos azules, tus labios delgados, tus manos suaves, tu cintura delicada... todo en ti era perfecto.Me besaste con todo tu amor.
Correspondí al lindo gesto por unos minutos, te separaste y me dijiste "hazme tuyo" , me sorprendió bastante, más te levanté en brazos y te lleve a la habitación, dónde te coloque en la cama y me recosté a lado tuyo para continuar besándote, sabías a gloria; la música seguia, solo la luna iluminaba la habitación, pero era suficiente para ver el brillo de tus ojos mirandome fijamente, decidido a todo.
Rodeaste mi cuello jalandome hacia la cama, acostándome por completo, para levantarte y comenzar por quitarte la camisa, dejándome ver tu buena figura, te inclinaste hacia mi e hiciste lo mismo con mi camisa, más en mi lugar encontraste una marca justo en el centro de mi estómago, solo la delineaste con tus dedos, me miraste curioso, pero no preguntaste nada, solo te colocaste encima de mí y me volviste a besar.
Esta situación estaba subiendo de tono, y te gustaba, dejaste de lado mis labios para seguir con mi cuello, y verme retorcer ante la presencia de tu lengua por mi clavícula, sonreiste y continuaste, bajando por mi abdomen hasta llegar a mi pantalon, dónde comenzaste a quitarlo y lo mismo con el tuyo.- ¿Estas seguro, mi amor? - te detuve lento -
- Nunca lo he estado más que hoySonreí al ver la seguridad en tu mirada y te deje continuar, te deje hacerme a tu antojo, te deje amarme, te deje ser tu, te deje...
Continuamos toda la noche.
Nuestra relación iba de maravilla, hasta que cierto día, en junio...
- ¡Ayuda!, ¡Por favor! Alguien que me ayude, ¡Itachi!
Estábamos en una comida con amigos que hicimos en poco tiempo, el motivo, mi cumpleaños, solo vi a todos poner cara de pánico, el único que reaccionó fue sasori, quien llamó a una ambulancia, mientras me desvanecía, pero tampoco podía quedar inconciente,
más bien, la hemorragia estomacal no me dejaba, quería morir en ese momento de agonia.Ahora estoy aquí, con las horas contadas, y tú con el alma destrozada.
No permiten el paso a nadie y nadie sabe nada de mi, solo me queda escribirte para despedirme.ESPERO QUE ME PUEDAS PERDONAR:
Estoy en mi límite...ese día, cuando me preguntaste aquella vez si estaba bien, y solté a llorar, porque obviamente no estaba bien, tenia pocos días de haber regresado de aquí, del médico, hace semanas que me sentia mal, y fui a revisión, fue un error... el diagnóstico no tardo tanto, no sabía cómo pero...tenía cáncer y ya estaba en etapa terminal... solo era cuestión de meses para que mi vida llegará a su fin...estaba desahuciado, no tengo familia, me aleje de mi amistades, incluso no quería acercarme a ti... no tenía nada de esperanza para seguir, pero en cuanto me dijiste que todo estaría bien, sentí que era real, y lo fue...por poco tiempo...
Ahora estoy aquí agonizando, con un dolor que no le deseo ni a mí peor enemigo, me duele más no tenerte a mi lado en mis últimas horas de vida, perdóname por nunca habértelo dicho, simplemente se me olvidaba todo a tu lado, mirándote, tu sonrisa, tu mirada, todo tu...
Me reconfortaba el saber que una vez en mi vida fuiste amado de verdad, ahora todo está por terminar...
Me iré, te dejare solo, pero por un momento nada más, pues estaré siempre ahí para ti, como tú angel, ese ángel que siempre te has merecido. Por favor no me odies por jamás haberte dicho nada, quize alejarte de mi en un principio, pero supe que no iba a pasar, así que elegí la mejor opción: juntos hasta el final...
Deidara nunca olvides que te amo...nunca me olvides, mi amor. Estaré esperando pacientemente a reunirnos y a volverte a abrazar hasta ese entonces...Gracias por todo.
