Te unirás a la mayoría, creerás lo que digan, abandonarás tu identidad y vivirás sus vidas; aprenderás sobre el dinero, pero no demasiado, para mantente sereno y controlado, detestarás el pecado.
Confiaras en nosotros tu trabajo, amarás nuestra misión, cuando estés fatigado, te levantarás diciendo una oración, y más fuerte que antes regresarás a la acción.
Cuando ya no tengas fuerza, y estés listo para el eterno descanso, teniendo esperanza y convicción, enseñarás lo que te digo, y me darás la razón.
La vida y la muerte no son muy distintas, todo a lo que temes está en tu cabeza: la verdadera diferencia entre el sabio y el necio, es que uno la prefiere y el otro la desea.