Abril despertó de un sobresalto gracias al sonido de notificación entrante que provenía de su celular.
Restregó suavemente sus ojos y se dio vuelta sobre su cama apuntando hacía su mesa de luz y agarró su celular que se estaba cargando. Lentamente su vista se estaba acostumbrando a la luz que brindaba su pantalla y logró ver con exactitud. Eran las 04:17 am, ¿quién podría hablarle a esa hora? Abru era de esas chicas que siempre se dormía temprano no importa que día sea y sus amigos y familiares lo sabían, así que era ilógico que ellos le escriban.
Desbloqueo su pantalla y se encontró con una nota de voz de su novia.
'¿Qué pudo haber pasado?' se preguntó a sí misma, reprodujo el audio y comenzó a escuchar.
—Holaaaa Abriiiilllll que hermoso está el díaaaa —dijo entre risas y sollozos— no entiendo como puedes estar con estooo jsjsjaja —Mencionó en un tono muy bajo que casi ni se podía oír.
Abril abrió sus ojos bien grandes y rápidamente fue a colocarse más abrigos de los que llevaba puestos ya que era una madrugada de invierno y el frío inundaba todo lugar de la ciudad.
Agarró su celular y salió rápidamente de su casa a visitar cada uno de los clubs nocturnos favoritos de Daiana, y evidentemente no se encontraba en ninguno de ellos. Entró en desesperación y comenzó a enviarle mensajes y notas de voz sin parar a su novia, la cuál no respondía.
Preocupada se sentó en una banqueta de un parque que se encontraba en frente de un bar que visitó. Inclinó su cabeza y empezó a darse masajes en la cabeza con sus manos para intentar relajarse un poco. Al cabo de unos segundos empezó a oír una canción con una voz femenina, Camila Cabello.
Levantó lentamente su cabeza y se dirigió hacía dónde se lograba escuchar ese tema. Cada vez se oía más y más fuerte hasta que vio una silueta sentada detrás de un contenedor de basura con su cabeza escondida entre sus piernas.
Abru lentamente rodeó ese contenedor hasta encontrarse con su novia llorando.
Esta se agachó en frente de ella
—Hey, mirame.. —Le dijo mientras subía suavemente su cabeza mientras la sostenía por el mentón hasta poder verla a los ojos.— ¿Por qué lloras?
Dae miró detenidamente a su novia y rompió en llanto nuevamente.
—Es que.. —Dijo pausadamente— ¿Como puede ser.. que alguien como tu.. —Abru la miro confundida— pueda amar a alguien c-como yo? Soy una mierda y vos sos perfecta en todo sentido.
Exclamó mientras más lágrimas de agua salada brotaban de sus ojos y recorrían sus mejillas hasta caer al suelo. Abru la miró y secó con sus dedos cada una de las lágrimas.
—¿En serio querés saber por qué te quiero? —Daiana observaba con atención— Porque aún que adelante de los demás finjas ser mala sos la persona más amorosa que conozco, y yo siempre voy a saber qué hay detrás de lo que ocurra en público. Sos completamente hermosa, cada detalle y pequeña parte de vos es hermoso. Yo no te quiero Daiana, yo te amo. El por qué no es lo que interesa, lo único que me importa es tenerte a mí lado cada momento de mi vida. ¿Sí?—Dijo y plantó un corto beso en sus labios. —Ahora veni, acercate a mí, hace mucho frío.
Se quitó un abrigo y se lo colocó a Dae, y otro aún mas grande lo estiró por el piso para acostarse con ella. Ya estando ambas abrigadas, se acurrucaron juntas y se quedaron allí hablando de idioteces y riendo sin descanso. Se tenían una a la otra y eso era lo único que necesitaban.