"Invocación"
Bajaba algo distraída del segundo piso, pensando en todos los acontecimientos que paso la noche anterior.
Casi no había dormido y cuando por fin lo había logrado, el mismo sueño de siempre termino por despertarme por completo.
Todo aquello simplemente eran palabras sin sentido, no llegaban a alguna conexión lógica.
Reprimo toda frustración y con un suspiro sigo mi camino.
Y al entrar a la sala principal que daba a la salida, veo en el piso dos maletas y aun lado de ellas a mi padre quien estaba dándome la espalda mientras él y mi madre hablaban en susurros, donde le insistía que lo escuchara, pero sabía que no tendría ninguna posibilidad.
— ¿Todo bien? — Ambos voltearon a mi dirección, observándome detenidamente sorprendidos.
— Si hija, tu padre... — Sus palabras habían quedado en el aire, porque no la había dejado terminar, sabiendo que solo haría su intento de mentirme.
— Solo no me mientas, se por qué se va. — La expresión en los ojos de mi madre era más que asombro, sabía lo que estaba pensando en este momento de mí, pero no dejaría que malinterpretara las cosas. — Aunque no lo creas, estoy de acuerdo con tu decisión.
Aquellos ojos que se mantenían siempre alegres para mí se empezaban a entristecer para después dejar que gotas salieran por ellos, sin importarle el cómo se vería, solo me demostró lo humana que podía ser.
— ¿Cómo? — Su voz salía rasposa y quebrada, me causaba un malestar verla así y más sabiendo que toda la culpa la tenía aquel hombre parado a su izquierda, lamentaba el no poder cambiar las cosas para ella.
— Eso luego te lo explico, con calma y tiempo. Lo que importa ahora es que él se valla. — Lo mire duramente sin ninguna muestra de sentimiento o compasión.
Aquellas palabras le habían llegado como duros golpes en el pecho, su reacción de dolor era obvia, aquello solo había provocado una punzada de culpa, pero no me retractaría, sabía que el necesitaba aprender del grave error que cometió y esta era la forma.
Sin decir nada más, tomo aquellas pesadas maletas, pero yo sé que ese peso no era más grande que el sufrimiento que estaba comenzando a manifestarse en su alma. No lo podía negar, aquella escena me dolía, pero aun así era lo mejor para ambos.
Cuando vi la gran puerta cerrarse, el llanto de mi madre capto toda mi atención, girándome rápidamente e ir corriendo a donde estaba.
Quien poco a poco su delgado cuerpo fue encogiéndose hasta quedar sentada en el frío piso.
Al hincarme para estar a su misma estatura, sus manos cubrían toda su cara. No la detendría, entendía que el llorar era necesario, aún tenía mucho atascado en su pecho. La abrace mientras le proporcionaba pequeñas caricias.
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𝙑𝙞𝙜𝙞𝙡𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨
Science FictionNunca creas que estás solo. En la vida, existen cosas ocultas, que es difícil que el ser humano capte o acepte con facilidad. Pero toda verdad saldrá a la luz, dando a conocer especies inimaginables. Cambiarán el rumbo de lo conocido. Hasta que l...